Demanda interna de México sigue en desasosiego; consumo e inversión caen en mayo
Durante mayo pasado, el consumo privado cayó 0.9% anual, tras un aumento previo, mientras la inversión de corto plazo disminuyó 6.7%, siendo su novena baja al hilo.
Durante mayo pasado, la demanda interna de México, integrada por el consumo de las familias y la inversión de corto plazo, siguió en contracción, poniendo en duda que el país se encuentre en una fase de recuperación.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior cayó 0.9% a tasa anual en el quinto mes de 2025.
Fotoarte: Andrea Velázquez
Este descenso del indicador de la demanda interna, que mide el gasto que hacen los hogares en el consumo de bienes y servicios, se dio tras un ascenso previo, aunque fue el único en los últimos seis meses.
En tanto, la Formación bruta de capital fijo, que permite conocer el comportamiento de la inversión en activos fijos en el corto plazo, disminuyó 6.7% anual, siendo su novena baja al hilo.
“Los indicadores clave de la demanda agregada (inversión y consumo) mantienen señales de desaceleración y de notoria debilidad entre sus componentes, sin establecer una clara tendencia de recuperación”, detalla Monex.
Crecimiento limitado
Para Banorte, se espera un crecimiento un tanto limitado para la demanda doméstica en lo que resta del año, lo cual no es tan negativo considerando el entorno de incertidumbre comercial que prevalece, el cual sí ha tenido un impacto en la inversión.
“Sobre esta última, la maquinaria y equipo continuaría afectada por la incertidumbre comercial, aunque no descartamos que ciertos alicientes –como un peso más fuerte relativo al dólar estadounidense y la reducción en los costos de financiamiento con Banxico recortando la tasa de referencia en el resto de sus decisiones de 2025– puedan brindar algo de impulso”, explican analistas del grupo financiero.
Fotoarte: Andrea Velázquez
Respecto a la construcción, creen que terminará con su racha negativa, apoyada principalmente por los proyectos de infraestructura gubernamental. Sobre el último punto, Cemex apuntó en su último reporte trimestral que su escenario base contempla mayor dinamismo para la construcción en la segunda mitad del año.
En ese mismo orden de ideas, el inicio de obras de dos de los cuatro proyectos ferroviarios nuevos, entre agosto y septiembre, también se verá reflejado en este rubro. A lo anterior se sumará:
La inversión en proyectos de carreteras y puertos –que contemplan la figura de inversión mixta
Obras hidráulicas federales
Gasto en infraestructura orientado a albergar el mundial de futbol en 2026
Riesgo a la baja para el consumo
Respecto al consumo, Banorte señala que un posible riesgo a la baja podría venir de las nuevas políticas de importación de minimis (mercancías de bajo valor importadas a través de servicios de paquetería por los consumidores).
“A inicios de año ya se habían establecido estos impuestos, pero el 29 de julio se anunció que la tasa arancelaria aumentaría de 19% a 33.5% a partir del 15 de agosto a las mercancías provenientes de países con los que no contamos con un tratado comercial –principalmente desde China”, ahonda.
Esta política forma parte de los esfuerzos del gobierno federal por aumentar el consumo de bienes producidos en territorio nacional. Sin embargo, Banorte estará pendiente de los efectos en la categoría de bienes importados hacia delante.
“El consumo será más resiliente. Prevemos un desempeño mixto para los fundamentales, específicamente por cierto enfriamiento en el mercado laboral, así como otras posibles disrupciones arancelarias, que podrían afectar la confianza de los hogares”.