La actividad industrial en el territorio mexicano disminuyó durante el sexto mes de 2025, como consecuencia de la contracción de los niveles productivo en tres de sus cuatro sectores.
Según cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la producción industrial del país cayó 0.11% a tasa mensual en junio pasado, tras dos alzas al hilo.
“La actividad industrial de junio se debilitó en la mayoría de los sectores que la integran y finalizó el primer semestre del año con un tono mixto. En su acumulado de enero a junio (cifras originales), la producción industrial se mantuvo en territorio negativo y anotó una caída del 1.3% anual con relación al mismo lapso de 2024”, señala Monex.
Fotoarte: Andrea Velázquez
Actividad industrial por sectores
La actividad industrial se integra por los sectores de minería, manufactura, de la construcción y de la generación de energía eléctrica. En junio pasado, únicamente la manufactura mostró un aumento en su producción, de 0.29% mensual, siendo la tercera alza seguida.
Monex observó cierta resiliencia en el sector manufacturero, pero sin señales claras de recuperación sostenida, ya que persiste cierta fragilidad en segmentos estratégicos como el eléctrico-electrónico, el de equipo de transporte y el de maquinaria y equipo.
Hacia adelante, la balanza de riesgos continúa sesgada al alza ante las tensiones comerciales con Estados Unidos y la falta de un repunte sostenido en la actividad industrial, lo que podría limitar el crecimiento económico en la segunda mitad del año.
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Cambio de tendencia
Para la segunda mitad del año, Banorte mantiene la expectativa de un cambio de tendencia al interior de la producción industrial, impulsada por un mayor dinamismo para la construcción, aunque con las dudas persistiendo para las manufacturas.
“Un elemento esencial para este escenario es la aceleración del Plan México y otras metas puntuales del proyecto sexenal actual (como vivienda). Más importante aún, creemos que un mayor dinamismo podría derivarse de: (1) Los proyectos de infraestructura gubernamental que ya se tiene presupuestados; (2) la apertura a la inversión mixta para obras de construcción; y (3) el regreso de algunas funciones a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes”, señala.