El vino y las bebidas espirituosas procedentes de Europa estarán sujetas a un arancel máximo de 15% en Estados Unidos, según el acuerdo alcanzado entre Bruselas y Washington para evitar una guerra comercial.
«Éste era uno de los intereses ofensivos más importantes de la Unión Europea. Desafortunadamente, no logramos incluir este sector entre los que seguirían en el nivel de nación más favorecida. Me gustaría añadir una palabra importante y es que no lo hemos logrado todavía», dijo este miércoles en rueda de prensa el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic.
Reconoció que este sector no logró quedar exento bajo el esquema de nación más favorecida, aunque destacó que aún existen posibilidades de reducir la tarifa en futuras rondas de negociación.
“Las puertas no están cerradas para siempre. Trabajaremos con nuestros socios estadounidenses para ampliar los sectores en los que nos gustaría ver aranceles más bajos”, afirmó el funcionario en conferencia de prensa.
Tope arancelario
El pacto, sellado en julio por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump, incluye también un tope arancelario para productos europeos como automóviles, farmacéuticos y semiconductores.
De acuerdo con fuentes comunitarias, tanto la Unión Europea como EU comparten la visión de que el vino y los destilados son bienes con un fuerte componente cultural y de tradición, además de representar un mercado con amplio consumo en restaurantes y establecimientos estadounidenses.
La Comisión Europea adelantó que buscará mantener este tema en la agenda bilateral, convencida de que existe receptividad en Washington para avanzar hacia una menor carga arancelaria en este sector.
Con información de EFE.
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