La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, llamó este lunes a los 22 países de América Latina y el Caribe a respaldar a Brasil en la presidencia de la COP30 y fortalecer el liderazgo regional, ante la vulnerabilidad creciente por los efectos del cambio climático.
Bárcena advirtió que la región atraviesa un “momento crítico” de incertidumbre generalizada, con 74% de los países afectados por fenómenos climáticos recurrentes.
Aunque la región sólo genera 11.3% de las emisiones globales, la intensificación de sus efectos es alarmante, según un estudio de 2024 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La funcionaria alertó que, de no actuar, la región podría perder 12.6% de su PIB hacia 2050. El Caribe ya enfrenta pérdidas anuales de entre 3% y 9% del PIB por fenómenos meteorológicos, mientras que en Centroamérica se duplicó la frecuencia e intensidad de las sequías. En Sudamérica, los eventos de El Niño y La Niña han provocado lluvias torrenciales y sequías devastadoras.
“Podemos perder alrededor de 42.8 millones de puestos de trabajo si no actuamos con urgencia”, enfatizó.
Rumbo a una economía descarbonizada
La secretaria federal instó a avanzar hacia una economía descarbonizada que aumente la inversión regional y brinde mayor acceso a financiamiento climático. Subrayó la necesidad de trabajar en conjunto para enfrentar las desigualdades estructurales y proteger los ecosistemas vinculados a las comunidades locales.
La primera Reunión Ministerial de América Latina y el Caribe para la Implementación de una Acción Climática Regional se desarrolla el 25 y 26 de agosto en Ciudad de México.
El encuentro será inaugurado por la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el presidente designado de la COP30, André Corrêa do Lago.
La agenda incluye el análisis de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs), financiamiento climático y un diálogo con organizaciones civiles sobre protección de ecosistemas y comunidades.
La COP30 se celebrará del 10 al 21 de noviembre en Belém, Brasil, a diez años de la adopción del Acuerdo de París. Se espera que sea un espacio clave para reforzar los compromisos climáticos y avanzar hacia soluciones regionales frente a los impactos del cambio climático.
Con información de EFE.
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