En las últimas décadas, el acceso a la educación para mujeres jóvenes ha mejorado, pero persisten retos, especialmente para quienes no estudian ni trabajan. En México, una de cada cuatro se encuentra en esta situación, ubicando al país en el lugar 77 de 166, según el Banco Mundial. Esto evidencia una pérdida de potencial y la necesidad de políticas que fomenten su inclusión económica.
Ante este contexto, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), con apoyo de la Fundación Hilton, analizó las condiciones socioeconómicas de las mujeres jóvenes en la Ciudad de México. El estudio busca entender su participación local y generar evidencia para diseñar políticas públicas y empresariales.
En el marco del bono demográfico, esto es clave para incorporar a más mujeres al empleo formal y fortalecer la productividad en una ciudad en proceso de envejecimiento.
En la Ciudad de México hay 1.05 millones de mujeres de entre 15 y 29 años, equivalentes al 22% de la población femenina local. De ellas, 37% estudia, 35% trabaja, 15% hace ambas actividades y 12% no estudia ni trabaja.
Educación en mujeres impulsa las oportunidades económicas
La Ciudad de México lidera en nivel educativo femenino: 7 de cada 10 mujeres mayores de 18 años tienen al menos bachillerato. Alcaldías con menor rezago educativo, como Coyoacán—donde sólo 8% no terminó la educación obligatoria a tiempo—registran mayor participación laboral, alcanzando 57%.
La informalidad, clave para medir condiciones laborales, afecta la permanencia de las mujeres en la economía. En Xochimilco, 71% de las jóvenes trabaja en la informalidad, frente a 33% en Cuajimalpa.
Esta diferencia, según el IMCO, se relaciona con los sectores donde laboran: en Xochimilco predominan restaurantes y comercio, mientras que en Cuajimalpa destacan los servicios profesionales, con menor informalidad.
Servicios de salud e inseguridad, limitantes
El IMCO señala que el acceso a servicios de salud sigue siendo limitado para muchas mujeres jóvenes, y está estrechamente ligado a la calidad del empleo. En la Ciudad de México, 27% carece de cobertura médica, superando ligeramente el promedio nacional (25%).
A nivel local, la carencia varía: es de 22% en Cuajimalpa, 24% en Tláhuac y 30% en Iztapalapa y Tlalpan.
La inseguridad limita el acceso a oportunidades laborales. En la región sur de la capital, 27% de las mujeres ha dejado de usar transporte público por miedo a ser víctima de un delito. En la región oriente, la cifra baja ligeramente a 24%.
En la ciudad, seis de cada diez jóvenes que no estudian ni trabajan son mujeres, lo que representa 12% del total y hasta 22% en Milpa Alta. Siete de cada diez de ellas se dedican exclusivamente al hogar y los cuidados.
En promedio, invierten 58 horas semanales en trabajo no remunerado, frente a 36 horas en el caso de los hombres. Cuando estudian y trabajan, ese tiempo se reduce a la mitad para ambos.
De acuerdo con el IMCO, como reflejo de las brechas de género que persisten en la Ciudad de México, 35% de las mujeres jóvenes no cuenta con ingresos propios, sin considerar a quienes se dedican exclusivamente a estudiar. Este escenario representa una oportunidad para impulsar un crecimiento económico más sostenible e inclusivo, creando las condiciones para que más jóvenes tengan una autonomía económica.
Participación económica de las mujeres
Para alcanzar el promedio de participación económica femenina de la OCDE (67%), el IMCO propone que la capital —actualmente en 55%— tendría que incorporar a 850,000 mujeres al mercado laboral. Si esta integración se acelera, el PIB local podría aumentar en 60,000 millones de pesos en la próxima década, equivalente a un crecimiento del 1.4%.
Las mujeres jóvenes son clave para alcanzar este objetivo, por ello el IMCO propone:
- Empleo formal: Se recomienda que las alcaldías implementen programas progresistas, como la capacitación relacionada con vacantes y el acceso al primer empleo, y que las empresas colaboren con redes de jóvenes para facilitar la vinculación a empleos de calidad.
- Sistema de cuidados: Se recomienda que la Jefatura de Gobierno, en coordinación con las alcaldías, articule políticas y programas para atender las necesidades de cuidado locales. Además, el Congreso de la CDMX tiene pendiente aprobar la legislación que garantice el derecho al cuidado.
Te puede interesar: