Bárbara Bradford, Gerente de Sostenibilidad Corporativa de Grupo Arcor.

Bárbara Bradford, de Grupo Arcor: “Los grandes compradores de materias primas tenemos un rol central en la protección de la biodiversidad”

Bárbara Bradford, Gerente de Sostenibilidad Corporativa de Arcor, en entrevista con Stornia, señala que el sistema alimentario juega un rol central en el cumplimiento de la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Por Lorena Barreto
lorennapy@gmail.com

La transformación de los sistemas alimentarios es una necesidad apremiante para garantizar la seguridad alimentaria, sobre todo para las compañías de América Latina, región que concentra una gran porción del abastecimiento mundial. Bárbara Bradford, Gerente de Sostenibilidad Corporativa de Arcor, en entrevista con 5Días, señala que el sistema alimentario juega un rol central en el cumplimiento de la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Arcor ha implementado un modelo de sustentabilidad llamado «Vivir Mejor», que busca integrar la sustentabilidad en su estrategia empresarial de manera transversal. Este modelo está basado en una serie de compromisos y prácticas que abarcan desde la producción hasta el consumo, con el objetivo de reducir el impacto ambiental, mejorar las condiciones sociales y promover un desarrollo económico más equitativo.

Bradford, quien integrará el panel “La sostenibilidad de los sistemas alimentarios en América Latina y el Caribe”, durante el Congreso Regional del Pacto Global, pone foco en la importancia de trabajar bajo un enfoque colaborativo con las cadenas de abastecimiento para la protección de la biodiversidad. 

¿Qué estrategias empresariales hoy son clave en América Latina para garantizar la resiliencia de los sistemas alimentarios?

Debemos reforzar la relevancia en lo que tiene que ver con la transformación de los sistemas alimentarios, sobre todo para las compañías en América Latina.  Sabemos que esa transformación es central porque hoy el sistema alimentario, por ejemplo, es responsable del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, y se proyecta, sea responsable del 50% de las emisiones al 2050.

La forma en la que producimos y consumimos los alimentos es responsable por el uso del 70% de agua dulce del planeta, más del 70% de la deforestación y de la pérdida de biodiversidad está vinculada con la producción de alimentos, entonces está claro que la transformación del sistema alimentario juega un rol central para cumplir la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Particularmente en nuestra región esa agenda cobra un rol muy preponderante porque somos grandes productores de alimentos y grandes abastecedores de toda la humanidad. Allí, los actores que estamos involucrados en la cadena de producción y consumo de alimentos tenemos una responsabilidad muy grande.

A la par que estamos buscando equilibrar la necesidad de aumentar la producción de alimentos, pero también conservar los ecosistemas que están estado crítico, ¿cuál es el camino a seguir para las empresas?

La mejor forma de trabajar es la colaboración con las cadenas de abastecimiento. Las compañías que somos grandes compradoras de materias primas tenemos un rol central en lo que es la protección de la biodiversidad porque tenemos las capacidades para definir las condiciones de mercado que sean favorables a la protección de la biodiversidad.

Desde contar con políticas de deforestación cero hasta la adopción de prácticas o estándares de sustentabilidad que sean favorables a la protección de la biodiversidad.

Por ejemplo, adoptar estándares de sustentabilidad en la producción agrícola como Bonsucro en caña de azúcar, o como Farm Sustainability Assessment; o Rainforest Alliance para lo que es en las prácticas productivas. Eso también ayuda a que las prácticas de los productores con quienes transaccionamos no sean perjudiciales para la biodiversidad.

 Y después hay otra vía que tiene que ver con impulsar la innovación. Hoy hay, por suerte, mucha tecnología disponible y la región se caracteriza por desarrollar mucha tecnología que es importante para todo esto.

También la región es bastante innovadora en lo que hace al desarrollo de biosoluciones, que son una herramienta muy interesante en lo que hace a la protección de la biodiversidad o a minimizar por ahí el uso de otro tipo de soluciones tecnológicas en el agro que sean perjudiciales para la biodiversidad. Hay un abanico interesante de prácticas que las distintas compañías pueden adoptar.

¿Cómo ven los avances en materia gubernamental? ¿Las legislaciones de la región ya están acompañando el objetivo de reducir la huella de carbono, a la par de otros temas que conforman la agenda de sostenibilidad?

Lo que quizá está haciendo falta que los gobiernos impulsen mayores incentivos o estímulos para que las reglas del juego acompañen lo que es la transformación del sistema alimentario. Es decir, que tengan prácticas que favorezcan o que hagan que sea rentable, sobre todo para lo que son los eslabones más débiles, los productores primarios, que sean rentables todo este tipo de transformaciones.

Cuando los mercados no favorecen que un productor rote el cultivo o no estimula el desarrollo de cultivos de rotación en producciones que quizá no son las que tienen mayor inserción comercial o genera esquemas que por ahí no incentivan la eficiencia o que distorsionan esos mercados, eso genera prácticas que en general hacen que sobre todo los eslabones más débiles se focalicen más en el corto plazo. Ahí hay un espacio muy importante en nuestra región para estimular y acompañar esas prácticas.

Hay otras regiones como América del Norte o como Europa que quizá tienen más historia de incentivar sobre todo lo que es la producción agropecuaria, acompañar o generar distintos estímulos a determinadas formas de producción. Yo creo que eso es algo que los gobiernos de los países de nuestras regiones podrían acelerar en el corto plazo.

¿Considera que este tipo de eventos crea un espacio no solamente de conversación, sino son oportunas para dar a conocer las buenas prácticas sostenibles que hoy implementan las empresas en América Latina?

Yo creo que sí, que es un espacio interesante para posicionar eso. Ciertamente dentro de lo que es la Agenda de Desarrollo Sostenible, las distintas regiones han tenido distintos dominios sobre la conversación en la agenda.

Estos espacios son sumamente relevantes porque las regiones tenemos desafíos muy distintos en lo que hace a estos objetivos, así que creo que es más que necesario y oportuno para poder justamente esto, posicionar y discutir también lo que son los desafíos y las problemáticas locales, desde una visión sur-norte, no desde una visión norte-sur que quizá es la que estamos más acostumbrados.

El desperdicio de alimentos también es una problemática latente en la lucha contra el cambio climático. ¿Qué innovaciones podrían ayudar a reducir las pérdidas a lo largo de la cadena de suministro?

En nuestra región particularmente, según datos de FAO, los desafíos más significativos están en lo que serían los primeros eslabones de la cadena de valor. En la región, por cuestiones de acceso a la tecnología, tenemos muchos desafíos en lo que hace a las pérdidas post-cosecha, todo lo que tiene que ver con el procesamiento o con la llegada de los productos agrícolas hasta una etapa de procesamiento o hasta una etapa de consumo. La realidad es que la forma de trabajarlo es justamente acompañando la construcción de resiliencia y la construcción de capacidades en las comunidades de productores.

Somos una región que tiene muchas economías regionales y que tiene productores de una diversidad muy grande de tamaños y no siempre contamos con el acceso a financiamiento. Estos productores no cuentan con el acceso a financiamiento, a tecnología o a conocimiento técnico para poder tener una producción eficiente que minimice esas pérdidas, sobre todo en esas etapas de producción. Entonces yo creo que la forma de trabajarlo es, o por lo menos así lo hemos trabajado desde nuestra compañía, es acompañar el desarrollo de estas cadenas con asistencia técnica, capacitación, financiamiento, para poder construir resiliencia para que estos productores produzcan en forma más eficiente y se minimicen esas pérdidas.

Los ODS en la estrategia empresarial, ¿ya están teniendo una incidencia en los ingresos de las compañías? ¿cuál es la experiencia de ARCOR en este sentido?

En en nuestra región y en nuestra industria, nosotros lo que lo que pudimos ver a lo largo de esto años es que si bien los consumidores valoran este tipo de iniciativas, y si bien es una preocupación de todos los consumidores cada vez más significativa el tema de la sustentabilidad, quizá hoy no es un factor que cambie una decisión de compra. Sí es algo que se valora, pero no, por ahora no vemos que sea un factor que cambie la decisión de compra. Sí creemos que en el mediano plazo o en el largo plazo sí lo va a ser, pero sabemos que esto es una mirada de largo plazo.

Nosotros hacemos estudios en consumidores, sobre cómo lo valoran, y en el 2012 cuando uno le preguntaba a un consumidor qué opinaba de la sustentabilidad, había muy poco entendimiento del concepto de sustentabilidad y en el 2020, cuando volvimos a hacer estudios en consumidores, vimos que hay un consumidor que está como muy informado respecto de los desafíos de la sustentabilidad, de los desafíos que tenemos ambientales, también de los desafíos sociales. Pero lo que sí vemos es que quizá todavía el consumidor que vincula esos desafíos con sus prácticas de consumo es un grupo más incipiente.

Estamos convencidos de que va a llegar el momento en el que los consumidores quizá tomen estas decisiones más basadas en este tipo de prácticas que en la actualidad, mientras tanto hay que seguir construyendo la evidencia y todas las credenciales para poder seguir diciendo “no es lo mismo”.