Su historia es un relato de perseverancia, aprendizaje y visión. Fundó Double V Partners (DVP) con el propósito de combinar innovación tecnológica y estrategias prácticas, especializándose en ayudar a las empresas a adaptarse a los retos de la transformación digital. Hoy, la empresa que fundó junto a su socio, tiene presencia en Colombia, México, Ecuador y Guatemala.
Uno de los principales servicios que ofrece es el denominado «Disrupción Digital», que abarca una amplia gama de soluciones, incluyendo transformación digital, computación en la nube, ciberseguridad, y servicios de outsourcing, diseñados para impulsar la innovación y la eficiencia en las organizaciones. Luego de lograr un crecimiento de casi 70% en 2024, apunta a seguir escalando en 2025, alcanzando el 50% y llevando la facturación hacia los US$ 10 millones en dos años.
Double V logró un diferencial claro al unir la agilidad y mentalidad disruptiva de las startups con la metodología y robustez de las corporaciones tradicionales. Este enfoque permitió a la empresa destacarse en el mercado, brindando estrategias prácticas y efectivas para empresas que buscan adaptarse a los retos de la transformación digital. Entre sus casos más exitosos se destacan una corredora de seguros a la que llevaron de los US$ 700 dólares de facturación mensual, hasta los US$ 100.000. Este y otros tantos ejemplos, posicionaron a la empresa colombiana como referente en innovación y disrupción estratégica, reflejo del espíritu resiliente y visionario de su fundador y equipo.
¿Cuáles son los principales servicios con mayor peso en su cartera de clientes?
Normalmente, nos buscan para proyectos de disrupción, especialmente nuevas unidades de negocio. Por ejemplo, trabajamos con Positiva en Colombia, la aseguradora del Estado. Ellos querían desarrollar una unidad completamente digital de seguros, desde la generación, el recaudo, el disfrute y las alianzas. Estos proyectos tienen un gran peso porque requieren consultoría, diseño, arquitectura, desarrollo, UX, y más.
Otro ejemplo es la transformación completa del equipo financiero de una empresa y la integración de sus interconexiones con bancos a nivel regional, abarcando desde México hasta Brasil. Eso demanda un equipo extenso. Además, trabajamos mucho con fintechs como Finiopay y Dayly, empresas que nacen de grandes grupos corporativos o desde cero, pero siempre enfocadas en ofrecer servicios financieros robustos y automatizados. Entre seguros y finanzas, estos sectores representan alrededor del 60% de nuestra cartera.
¿Cuáles son los principales retos que enfrentan al ofrecer estos servicios en los mercados donde tienen presencia?
Son dos retos principales. El primero es mantenerse actualizado. La velocidad con la que avanzan las tecnologías es impresionante, y no hay una sola persona que pueda dominarlo todo. Por eso, trabajamos con equipos especializados. Por ejemplo, tenemos una célula de cuatro personas: uno se enfoca en ciberseguridad con machine learning, otro en automatizaciones, otro en defensa perimetral, y así tratamos de cubrir todos los aspectos.
El segundo reto es la percepción del cliente. Muchas veces creen que no les va a pasar nada. Por ejemplo, en el sector financiero hay quienes piensan: «Somos un banco pequeño, eso les pasa a los grandes». Pero la realidad es que los ataques no discriminan. Hemos trabajado con clientes que, gracias a nuestras recomendaciones, pudieron evitar un hackeo después de un año y medio de preparación. Sin embargo, hay otros que no priorizan estas inversiones porque no generan ingresos inmediatos, y esa mentalidad es difícil de cambiar. En América Latina, en promedio, no somos muy preventivos. Solo se actúa cuando una regulación, una mala experiencia o una imposición global obliga a hacerlo.
¿Podrías mencionar cifras de crecimiento o proyecciones que tengan para este año?
En 2024 esperamos un 70% interanual, y en el 2025 esperamos un 50%. Nuestra meta es alcanzar una facturación de 10 millones de dólares en dos años, con un margen de rentabilidad del 25%.
¿Cómo manejan la cantidad de proyectos y clientes que atienden?
Somos una empresa más bien de pocos clientes. Atendemos simultáneamente entre 10 y 15. No buscamos crecer masivamente a 500 clientes de un día para otro. Preferimos mantenernos como una empresa boutique, muy enfocada en la disrupción y en contratos grandes.
Por ejemplo, uno de nuestros clientes más grandes comenzó con una facturación mensual de 700 dólares, y hoy ronda los 100 mil dólares. Es un modelo basado en construir juntos, generar resultados reales, y crecer de manera sostenida. Aunque no todos los casos son así de exitosos, nuestro enfoque es calidad sobre cantidad.
¿Qué retos ven en la digitalización de las empresas o el desarrollo de nuevas unidades de negocio?
El mayor desafío depende de la madurez de cada empresa. El primer paso es aceptar que la disrupción también les toca, porque muchos empresarios creen que estas tendencias solo aplican en Estados Unidos o en grandes corporativos. Pero no hay empresa, sin importar su tamaño o industria, que no pueda beneficiarse de la digitalización.
Romper esa barrera inicial es difícil. Sin embargo, las empresas que entienden esto y lo adoptan generan un impacto positivo significativo en su operación y en sus resultados.
La historia de un emprendedor nato
El desarrollo de una empresa que hoy factura millones de dólares no fue fácil ni directo; fue el resultado de años de experiencia, fracasos y reinvenciones que moldearon la mentalidad de su fundador, quien descubrió, casi por casualidad, un mercado poco explorado en su país: el cruce entre la innovación tecnológica y los procesos corporativos tradicionales.
A temprana edad, Daniel Villa se unió a una empresa tradicional de logística, donde en tres años escaló desde el área comercial hasta convertirse en CEO, liderando a 400 empleados con tan solo 23 años. «A los 23 años lo único que intentas es meterle cosas más cool», comentó. Este desafío, con sus errores y aciertos, le permitió experimentar con la digitalización de una empresa tradicional, sentando las bases de lo que más tarde llamaría «transformación digital».
Posteriormente, asumió el cargo de CEO en Pedidos Ya, lo que marcó su incursión en el mundo tecnológico. Esa experiencia en logística, tecnología y dirección le dio una perspectiva única para transitar entre empresas tradicionales y startups tecnológicas de alto impacto.
Gracias a su trayectoria académica y su conocimiento en tecnología, empezó a recibir invitaciones para realizar consultorías. Aunque no lo había planeado, sus habilidades eran poco comunes en Colombia, donde pocas personas conocían ambos mundos. Fue así como lo contactaron para diseñar modelos de negocios digitales para el gobierno, y más tarde, para crear el centro de servicios compartidos para la transformación digital del país.
Cuando le pidieron su primer proyecto grande, Daniel enfrentó una incertidumbre típica de quienes inician en el mundo de las consultorías: no sabía cuánto cobrar. Decidió pedir consejo a un profesor de maestría, quien le recomendó un precio que le pareció exorbitante: 7.500 dólares. Al principio, Daniel dudó en proponer esa cifra, especialmente porque el cliente era un amigo suyo del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic). Sin embargo, con el apoyo de su profesor, logró que aceptaran la propuesta.
Ese primer éxito fue un cambio crucial. En aquel momento, su startup estaba al borde de la quiebra, y sus ahorros apenas le alcanzaban para cuatro meses. La consultoría no solo le permitió salir a flote, sino que abrió las puertas a nuevas oportunidades. Un cliente en Chile solicitó un proyecto similar, por el cual cobró 15.000 dólares. Poco a poco, Daniel entendió el verdadero valor de su conocimiento y experiencia.
Con la demanda en aumento, surgió la necesidad de estructurar el negocio. Así nació Double V, una empresa que fundó junto a seis socios. Con el tiempo, algunos socios decidieron retirarse, y Daniel aprovechó para adquirir sus participaciones. Los primeros en salir lo hicieron a precios bajos, pero a medida que la empresa crecía, los costos de estas compras aumentaron.
Double V se consolidó ofreciendo a grandes empresas un enfoque único: la capacidad de implementar innovación disruptiva con la solidez y la estructura de los procesos corporativos. Daniel había encontrado un nicho valioso, ya que pocas personas podían combinar estas dos habilidades de manera efectiva.
Hoy, Double V ayuda a compañías grandes y robustas, o aquellas que buscan serlo, a adoptar la mentalidad, los procesos y la agilidad de las startups, pero con un enfoque metódico y estructurado. Lo que comenzó como un salto al vacío para resolver problemas financieros se convirtió en un negocio exitoso que transforma la manera en que las empresas abordan la innovación.