“Las empresarias guatemaltecas se han desarrollado con una capacidad extraordinaria para crear y reinventar”

 De carácter amable y una sonrisa inspiradora, Camille Knoepffler es una joven empresaria que tiene a su cargo la Gerencia de Desarrollo Humano de Biotrash. La compañía, fundada por sus padres, es  considerada como la primera empresa de gestión sostenible de desechos peligrosos en Guatemala.

Knoepffler ha logrado combinar sus dos pasiones: la danza y la gestión de talento. “Me veo en muchas ocasiones comparando experiencias de danza en la vida empresarial y viceversa”, comenta.

Ha tomado distintos cursos y mentorías sobre Efectividad Gerencial, junto a los consultores Reddin Assestments, convirtiendo su educación en el impulso para ser coach en desarrollo de personal y clima laboral en la empresa familiar, Biotrash.

Se considera como una empresaria activista por el medio ambiente y por el desarrollo de ciudadanos ambientalmente responsables.

Interesada por aportar a Guatemala desde la empresarialidad, desde el 2021 es parte de CIG Joven y CACIF Joven, como vicepresidenta y directora, respectivamente.

Camille fue semifinalista en los Premios GTC Mujer en el 2024, en la categoria de artista. Esta competición, del Banco G&T Continental, llegó a la final por su trayectoria como bailarina y uno de sus mas improtantes proyectos: la recopilación de historias de artistas de la danza guatemaltecos que han dejado huella en el ámbito artístico. Este proyecto culminará en un libro que documenta 25 historias de coreógrafos, bailarines, directores y empresarias del arte.

Acompáñenos a conocer más de su historia:

¿Cómo inicia su trayectoria en BioTrash?

Biotrash es una empresa familiar, y mis hermanas y yo estamos muy orgullosas de la institución que fundó mi papá y que mi mamá ha desarrollado durante 25 años, ahora con el apoyo de sus hijas. Soy la menor, y después de que mi mamá me dejara seguir mi sueño y estudiar danza en Estados Unidos, regresé a Guatemala y me invitó a formar parte de la compañía. Acepté con mucha ilusión.

Empecé en 2021 y durante 6 meses pasé por varias áreas de trabajo, buscando dónde podía agregar valor y al mismo tiempo retarme con un nuevo aprendizaje. Biotrash en ese entonces tenía únicamente a dos personas manejando el área de recursos humanos, con muchos desafíos, clima organizacional que podía mejorarse, procesos de contratación muy lentos… Decidí que este era el reto que quería asumir y donde aportaría más valor: aprender y después liderar en el área de recursos humanos. Junto a un equipo maravilloso, creamos el primer departamento de Desarrollo Humano. Juntas descubrimos el arte de construir procesos de reclutamiento eficientes. Estructuramos un programa de desarrollo, entrenamiento y capacitación, y establecimos un sistema estructurado de capital humano, para darle cumplimiento legal laboral para todos los colaboradores de Biotrash. Han sido 3 años de muchísimos aprendizajes y éxitos. Nos ha ido bien: La compañía ganó y nos hemos triplicado en integrantes. Hoy, apoyamos a la presidenta y a la CEO desde Desarrollo Humano, para que Biotrash pueda ser más exitosa en desarrollar a 150 colaboradores comprometidos con gestión responsable del manejo de Desechos Peligrosos en Guatemala.

¿Qué desafíos ha encontrado en este proceso empresarial?

Uno de mis mayores desafíos fue haberme ganado la credibilidad de los colaboradores. Me enfrenté a una barrera de mérito y de generación, una joven, hija de la fundadora de la empresa, liderando un equipo de trabajo, sin experiencia alguna. Claramente, en ese entonces sabia muy poco de la gestión humana, pero mi trabajo y mi deseo por aprender hicieron que mis resultados y mi actitud rompiera esos desafíos. Tres años después, formamos un equipo al cual las personas se acercan a dialogar y exponer sus situaciones, con el objetivo de brindar espacios de trabajo estables, seguros y dignos.

 Usted participa en CIG Joven. Compártanos un poco sobre esta iniciativa y su rol en esa comisión

Siguiendo el recorrido abierto por mi madre, empresaria comprometida con la Cámara de Industria, acepté de buena gana cuando me propuso explorar no solo Recusos Humanos, sino Asuntos Corporativos desde la CIG Joven.

Me apasiona la idea de aprender de otros empresarios, apoyar a otras empresas y poder ayudar a otros jóvenes a insertarse en el mundo empresarial para construir una Guatemala más próspera. Desde CIG Joven aporto mi experiencia como Gerente de Desarrollo Humano hacia jóvenes de como poder hacer esta transición a la vida laboral de una manera profesional y efectiva.

Cada vez son más las mujeres que deciden emprender. ¿Qué les aconsejaría a quienes aún no se atreven a dar ese paso?

Uno de nuestros mayores frenos para emprender es el miedo a fracasar. Mi consejo es: “hagámoslo, incluso con miedo”, porque la vida se trata de vencernos a nosotros mismos, de saber que lo intentamos. Si además tenemos a mentores o coaches en nuestro entorno, podemos dar ese salto de valentía agarrados de la mano de personas que ya lo hicieron antes.

Usted también tiene una importante trayectoria como bailarina. ¿Cómo complementa esa faceta su vida empresarial?

Además del mundo empresarial, bailar es mi otra pasión. Soy bailarina, coreógrafa y maestra de danza contemporánea y ballet clásico. Es fascinante poder vivir con mis dos pasiones. Hoy puedo decir que vivo una vida híbrida y ambas alimentan conocimiento y experiencias únicas. Cuando empecé en la vida empresarial, específicamente en el área de entrenamiento de personal, la estructura pedagógica que se crea para inducir a una persona a su puesto es muy similar al crear una estructura de entrenamiento de bailarines.  Me veo en muchas ocasiones comparando experiencias de danza en la vida empresarial y viceversa.

Entregar un proyecto importante a una Junta Directiva puede tener tanto en común con presentar un espectáculo de danza. La creatividad, disciplina e intelecto se necesitan en ambas para lograr el objetivo.

Siento que la versatilidad en los orígenes de mi carrera me permitirá que la magia de ambos mundos se enriquezca.

¿Cuáles son sus metas profesionales a corto y mediano plazo?

 Quiero seguir creciendo en Desarrollo Humano, Asuntos Corporativos y en donde la compañía y la cámara puedan necesitar de mis aportes.

 ¿Cómo describiría usted a la mujer empresaria promedio en Guatemala? Esta entrevista la verán en varios países de Latinoamérica y Estados Unidos. ¿Cómo le gustaría que las empresarias de otros países vean a las empresarias guatemaltecas?

Empresarias somos empresarias en todo el mundo. Más cuando venimos de lugares parecidos como América Latina y Estados Unidos. Emprendemos por pasión por cambiar el mundo, a veces por nosotras mismas o por nuestras familias.

Aunque el entorno todavía es adverso en países tradicionales como el mío, las empresarias guatemaltecas, como mi madre, se han desarrollado con una capacidad extraordinaria para crear y reinventar lo que se ponga en sus manos. Las describo como guerreras de luz.

¿Cómo ve el futuro de la empresarialidad en Guatemala? ¿Qué hace falta para fomentar que haya más empresarios?

Veo el futuro con optimismo. Existen empresas y cámaras que nos dan la oportunidad a mujeres jóvenes de participar en lugares en donde podemos expresarnos y tomar decisiones.

La empresarialidad está evolucionando con la sociedad y estamos construyendo un planeta más sostenible, con empleos más seguros y una economía vibrante.