Jennifer Medina Castañeda: “Los emprendedores guatemaltecos son altamente resilientes y creativos”

Jennifer Medina Castañeda es una ejecutiva con casi dos décadas de experiencia en la dirección estratégica y operativa de empresas textiles, con un enfoque en la fabricación, distribución y exportación de productos de alta calidad. Es experta en liderazgo de equipos, gestión de relaciones comerciales internacionales y desarrollo de estrategias de marketing efectivas. Cuenta con una maestría en Diplomacia por la Universidad Loyola, avalado por la Universidad de Valparaíso de Chile, 2006, y es Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Rafael Landívar.

Fue galardonada en noviembre de 2024 como Emprendedora del Año por parte de MEG y WEDO, y ha sido ganadora en tres ocasiones como Proveedor de Excelencia del año en Walmart; ganadora del premio PYME del año con Connecta Awards 2022, y nominada como empresaria del año con Connecta awards 2023.

Hoy es fuente de inspiración en la comunidad de emprendedores en Guatemala y comparte en esta entrevista sus aspiraciones y anhelos.

¿En qué momento decide emprender? ¿Cuál fue la primera motivación que la llevó a fundar su negocio?

Cintora Textiles fue fundada a finales de 2007, junto con Axel, mi pareja y ahora esposo. Ambos compartimos un espíritu emprendedor incansable que nos impulsó a comenzar este proyecto. Al principio, comenzamos distribuyendo productos textiles para el hogar, pero con el tiempo evolucionamos: primero, importamos productos, luego abrimos tiendas físicas y, gracias a la demanda de nuestros clientes, decidimos invertir en maquinaria propia.

En un momento crucial, Axel tuvo una excelente oportunidad de regresar al ámbito bancario, lo que permitió fortalecer a nuestra empresa y confió en mi para asumír la dirección de la compañía. Además, en ese tiempo, nació nuestra hija Estefanía, quien, con menos de un año, comenzó a acompañarme a las reuniones con proveedores y al trabajo, lo que me inspiró a crear un ambiente de trabajo que le permitiera a las personas que formaran parte de nuestra empresa disfrutar de un equilibrio similar al mío, pudiendo compaginar vida familiar y laboral.

Este sueño se materializó durante la pandemia, cuando creamos el programa de comercio justo. Actualmente, con Axel de vuelta en la empresa, seguimos comprometidos con el bienestar de nuestro equipo y con seguir creciendo de manera responsable.

¿Qué ha sido lo más difícil de ese proceso de empresarialidad?  

El camino hacia el emprendimiento es desafiante en muchos aspectos. Uno de los mayores retos ha sido equilibrar las demandas del negocio con nuestra vida personal, especialmente al ser una empresa familiar. Como cualquier empresa, hemos enfrentado incertidumbre, momentos de retos financieros, pero siempre nos ha movido el adaptarnos a los cambios del mercado (esto nos hizo ser exitosos en pandemia).

Otro gran desafío fue la expansión al mercado internacional con nuestros productos de hogar textil (manteles, cojines, cortinas, gabachas, etc), también una nueva línea de producción de uniformes corporativos, lo que nos obligó a incorporar más maquinaria y nueva tecnología para diferenciarnos y entregar mejores productos. Esto requirió no solo una inversión significativa, sino también la capacidad de gestionar todo lo nuevo que eso implica, desde la formación de equipos hasta la adaptación de nuestra estructura interna.

Y, por supuesto, la pandemia representó un reto sin precedentes. Sin embargo, nos permitió fortalecer nuestra visión y acelerar proyectos como el programa de comercio justo, que ha sido una de las iniciativas más importantes para nosotros, donde convertimos a mujeres de nuestra comunidad en MICROEMPRESARIAS, ellas ganan mas y mejor por su trabajo al mismo tiempo que le están enseñando a su familia que con trabajo honrado las familias pueden salir adelante, esto me conmueve ya que hemos tenido testimonios de disminución de números de migración, embarazos juveniles, deserción escolar y problemas de pandillas.

Cada desafío ha sido una oportunidad para aprender y mejorar. Lo más importante ha sido nunca perder la pasión por lo que hacemos y mantener el enfoque en lo que realmente importa: nuestra gente y la calidad de nuestros productos.

Coméntenos un poco sobre Cintora. ¿Cuál es la misión y visión de la empresa

Cintora Textiles es una empresa familiar que nació con la intención de ofrecer productos textiles de calidad para el hogar y uniformes, con un fuerte enfoque en la satisfacción del cliente y en la mejora continua. Desde sus inicios, hemos crecido y evolucionado, pasando de ser distribuidores a contar con nuestra propia maquinaria y tecnología, lo que nos ha permitido ofrecer productos diferenciados y adaptados a las necesidades de nuestros clientes.

Nuestra misión es brindar soluciones textiles innovadoras y de alta calidad, que mejoren la experiencia en el hogar de nuestros clientes y uniformes de calidad mundial. Nos comprometemos con el comercio justo y el bienestar de todas las personas que forman parte de nuestra cadena de valor, desde nuestros proveedores hasta nuestros colaboradores.

Nuestra visión es consolidarnos como una empresa líder en el sector textil, destacándonos por nuestro compromiso con la responsabilidad social. Queremos ser reconocidos no solo por la calidad de nuestros productos, sino también por la forma en que tratamos y exponen ciamos el potencial de las mujeres en el sector textil.

¿Cuál ha sido la lección más valiosa que ha aprendido durante este camino de emprender? 

La lección más valiosa que he aprendido es que el éxito no es un camino lineal y que los retos son una parte fundamental del proceso. Que el camino del empresario es como una montaña rusa, nos enfrentamos constantemente a obstáculos y al mismo tiempo gratificaciones, pero lo más importante es cómo enfrentamos cada etapa.

He aprendido que la perseverancia, la adaptabilidad y la capacidad de aprender de los retos son claves para crecer tanto a nivel personal como empresarial.

Y por último, nunca dejar de aprender y nunca dejar de innovar es la clave para ser relevantes siempre.

¿Cómo ve usted a los emprendedores guatemaltecos? ¿Considera que es un país que favorece a la empresarialidad?

Según el informe de Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Guatemala ha tenido uno de los mayores niveles de emprendimiento en América Latina.

Los emprendedores guatemaltecos son altamente resilientes y creativos, lo que refleja la gran iniciativa y capacidad de adaptación de su población. Sin embargo, aunque hay un gran espíritu emprendedor, aún enfrentamos desafíos como la falta de acceso a financiamiento y la burocracia, lo que hace que la mayor parte de estos emprendedores sea un comercio informal. Aunque se han hecho esfuerzos para mejorar el ecosistema empresarial, aún queda trabajo por hacer en términos de apoyo institucional y facilidades para crear y hacer crecer empresas.

¿Cómo visualiza a su empresa en 5 y 10 años? 

 En los próximos 5 años, visualizo a Cintora Textiles consolidándose como un referente en el mercado nacional, Centro Americano y Caribe de productos textiles para el hogar y uniformes, con un enfoque aún más fuerte en el comercio justo.

Queremos continuar invirtiendo en tecnología para mejorar nuestros procesos y productos. Además, esperamos expandir nuestro equipo de trabajo y ofrecer más oportunidades de desarrollo profesional dentro de la empresa.

A 10 años, espero que Cintora Textiles sea una marca reconocida a nivel nacional e internacional, con una sólida red de colaboradores y clientes leales. Siempre mantendremos nuestros valores de responsabilidad social y compromiso con la calidad, no solo buscando inspirar a nuevos emprendedores, promoviendo, capacitando y lanzando a nuevas empresarias que forman parte de nuestra cadena de valor.

¿Con qué otras actividades combina la tarea de ser empresaria?

Además de ser empresaria, combino mi labor en Cintora Textiles con mi rol como madre, lo cual ha sido una de las experiencias más gratificantes y desafiantes. Mis hijos, Estefanía y Emilio, son una gran fuente de inspiración para mí, y siempre busco equilibrar mi tiempo entre el trabajo y mi familia, lo que me ha enseñado a organizarme.

También me involucro en actividades que promueven el desarrollo personal y profesional, como asistir a conferencias, talleres y más recientemente involucrándome en el sector de la gremialidad y redes de apoyo para emprendedoras.

Usted recibió el premio Emprendedora del Año por parte de MEG y WEDO. ¿Cómo se sintió cuando le entregaron el reconocimiento? ¿Qué representa para usted este premio?

Recibir el premio Emprendedora del Año por parte de MEG y WEDO fue un momento profundamente emocionante y lleno de gratitud. Me sentí increíblemente honrada de que mi trabajo y el esfuerzo que hemos invertido en Cintora Textiles fueran reconocidos. Este premio no solo refleja lo que hemos logrado como empresa, sino también el apoyo incondicional de mi equipo, mi familia y todas las personas que han sido parte de este viaje.

Para mí, este reconocimiento es más que un logro personal; primero es una regalo de Dios y una validación de que, con esfuerzo constante y pasión por lo que hacemos, podemos generar un impacto positivo en nuestra comunidad y a largo plazo en mi país.

Es un recordatorio de la importancia de perseverar, incluso cuando las dificultades parecen abrumadoras, y de que cada paso hacia adelante cuenta. Este premio me inspira a seguir trabajando con más energía por mis objetivos, pero también a motivar e inspirar a otras mujeres, a que crean en sí mismas y en sus sueños empresariales. También me emociona mucho ser parte de una comunidad de mujeres a las cuales admiro muchísimo.

¿Qué mensaje enviaría a las mujeres guatemaltecas que quieren emprender, pero tienen temores o les falta la decisión para hacerlo? 

A todas las mujeres guatemaltecas que sueñan con emprender, pero sienten miedo o dudas, les diría: ¡No dejen que el miedo las detenga! Emprender no es fácil, pero cada paso que damos nos acerca más a lo que queremos. La decisión de emprender no siempre llega en el momento perfecto, pero la clave está en dar ese primer paso, aunque sea pequeño. Los temores son naturales, todos los hemos tenido, pero no debemos permitir que nos paralicen. Cada desafío es una oportunidad para aprender y crecer.

Recuerden que tienen dentro de ustedes el poder de transformar sus sueños en realidad. A veces el camino puede ser incierto, pero lo importante es no perder la fe en una misma y rodearse de personas que las apoyen y crean en su potencial. El mundo necesita más mujeres valientes, creativas y decididas, como ustedes, que se atrevan a dar ese salto. No tengan miedo de caer, porque es parte del proceso; lo que importa es levantarse con más fuerza y determinación.