Juan Manuel Aquino es abogado y notario con formación en Derecho Constitucional, Corporativo y Penal. Se graduó en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Rafael Landívar y cursó estudios de posgrado en Derecho Constitucional en la misma institución. A lo largo de su carrera, se ha especializado en la gestión y funcionamiento de entes colegiados, litigios en materia civil, penal, laboral y constitucional, siempre bajo los principios de respeto y promoción de los derechos humanos.
Es socio fundador y director del Bufete Aquino Matus, S.A., donde asesora en diversas ramas del derecho, con especial énfasis en asesoría corporativa y litigios estratégicos. Anteriormente, trabajó como especialista en datos del Sistema de Justicia para Latinoamérica en la Misión Internacional de Justicia, donde fortaleció sus habilidades en análisis de datos jurídicos y toma de decisiones basadas en indicadores estadísticos.
En el ámbito académico, ha sido catedrático en la Universidad Da Vinci de Guatemala y en la Universidad Rafael Landívar, impartiendo cursos de Derecho Penal, Procesal Penal y Constitucional. También ha representado a Guatemala en competencias internacionales como la Phillip C. Jessup Moot Court Competition en Washington, D.C., y ha participado en programas de liderazgo y formación jurídica en Estados Unidos, Panamá y América Latina.
Su trayectoria combina experiencia en litigios, asesoría corporativa, docencia y liderazgo gremial, permitiéndole ofrecer soluciones estratégicas a los desafíos legales actuales. Ha participado activamente en organizaciones como CECOMS y CACIF Joven, promoviendo iniciativas de observación electoral y asesoría en políticas públicas. Además, ha escrito artículos sobre temas económicos y jurídicos en plataformas empresariales y académicas.
Conversamos con él sobre su camino empresarial, su visión del estado de derecho en Guatemala y el papel de los emprendedores en el desarrollo del país.
Ser abogado es una profesión retadora. ¿Cómo surge su camino empresarial en este medio?
Luego de ocho años de trabajo en asistencia humanitaria a víctimas de violencia sexual, me di cuenta de que la asistencia legal de calidad, en la que la persona se sienta debidamente asesorada, comprenda el problema y la solución, no debe ser exclusiva del ámbito no lucrativo La filosofía de atención al cliente que batalla por sus derechos en el sistema de justicia me pareció una forma adecuada de abordar mi profesión en diversas áreas.
Esto se vio potenciado por mi vinculación como asesor en la Cámara Empresarial de Comercio y Servicios, donde conocí las necesidades del sector privado en Guatemala y entendí cómo las habilidades y experiencias adquiridas podían ponerse al servicio del desarrollo del país, fortaleciendo la empresarialidad guatemalteca.
¿Cómo describe el estado de derecho en Guatemala?
El estado de derecho en Guatemala es una lucha diaria. Si bien contamos con un sistema de leyes bastante ecuánime, aún estamos batallando contra esquemas de administración de justicia que se enfocan más en la persona que en la ley.
He de decir que hay funcionarios públicos admirables, que dedican su profesión al servicio de la sociedad, pero su esfuerzo se ve empañado por esquemas de influencias y cuotas de poder inaceptables en una sociedad moderna, como la que aspiramos a ser. No obstante, es una lucha que vale la pena. Las empresas, tanto como clientes como prestadoras de servicios legales, debemos exigir funcionarios de calidad que garanticen certeza jurídica. Estamos mejorando cada día, pero no podemos detenernos.
¿Cuáles han sido los principales retos que ha debido afrontar como empresario y cuáles han sido los momentos más satisfactorios?
Una empresa es una colección de retos que se van resolviendo día a día. Creo que la formación académica en nuestras universidades debe reorientarse hacia el fortalecimiento de habilidades administrativas generales, muchas veces ausentes en la facultad.
El reto más grande ha sido descubrir cómo convertir una habilidad profesional en un servicio entregable para un cliente, en lugar de limitarse a una ponencia o un alegato jurídico. Y sin duda, la mayor satisfacción es ver a los clientes cumplir sus sueños mediante herramientas legales que los protejan. Ver que la justicia obra para quien la necesita es lo más gratificante.
¿Considera que Guatemala está avanzando en su democracia? ¿Es un país cada vez mejor para vivir, emprender e invertir?
Sí, Guatemala es un volcán dormido. Cada día los indicadores democráticos avanzan, aunque no todos al mismo ritmo. Sin embargo, la mejora es evidente con el tiempo.
Las ventajas geopolíticas de Guatemala, su ubicación en el continente, su estabilidad macroeconómica y el dinamismo de sus mercados la convierten en un país con potencial para invertir y crecer. La certeza jurídica y la estabilidad de su moneda son garantías que permiten disfrutar del fruto del trabajo. Guatemala es un país donde los sueños pueden hacerse realidad.
¿Cómo califica a los emprendedores guatemaltecos?
Los emprendedores guatemaltecos son los verdaderos héroes de este país. No tengo dudas de que detrás de cada emprendimiento hay sueños, metas y anhelos de libertad, lo que constituye el motor del desarrollo nacional.
Bajo el amparo de nuestra Constitución, muchos jóvenes han puesto en marcha sus empresas para mejorar sus condiciones de vida, y lo están logrando.
¿Cuál es su mayor sueño como empresario?
Desde mi punto de vista, solo puede llamarse empresario aquel que cumple con todas las normas en su actividad. En ese sentido, mi sueño es que la empresa que dirijo junto con mi esposa se convierta en un referente de la verdadera función social y económica de un negocio: ser un vehículo para que la riqueza nacional—presente en nuestra gente, recursos y oportunidades—se transforme en empresas exitosas y sueños cumplidos.
Cuéntenos sobre su actividad gremial. ¿Qué es lo más interesante de este enfoque?
Comencé como asesor ad honorem de la CECOMS. Durante tres años asesoré a la junta directiva en sus actividades rutinarias y, posteriormente, tuve el privilegio de representar a la empresa familiar en la junta directiva con un cargo dentro de la misma.
Mi participación en la Cámara me permitió representarla en la Comisión de CACIF Joven, la cual tuve el honor de presidir en 2023. Lo más enriquecedor fue representar a empresarios jóvenes que, en sus diversos segmentos, luchan por mejorar el país a través de sus empresas. Al finalizar mi tiempo como presidente, lo mejor fue salir con grandes amistades.
¿Cuál sería su mensaje para quienes desean emprender, pero aún no se atreven?
¿Cuál es el miedo? Todas las grandes empresas empezaron como un pequeño emprendimiento. Toma el control de tu historia y emprende. Pon tus sueños e ideas al servicio del mercado, y con disciplina, orden y diligencia, pronto te convertirás en un empresario. ¡Ánimo, esfuérzate, sé valiente y emprende!
¿Quién es Juan Manuel Aquino cuando no está trabajando? ¿A qué dedica su tiempo libre?
Uno de los motivos por los cuales decidí emprender fue para disfrutar más tiempo con mi familia. Mi tiempo libre lo dedico en gran parte a atender mi empresa, pues mi mayor responsabilidad es el bienestar de mi esposa e hijos.
Hemos establecido esta filosofía en nuestro hogar para que la empresa mida su éxito en función del bienestar familiar, y puedo decir que ha funcionado. Estoy viviendo el momento más feliz de mi vida porque he logrado poner mi trabajo al servicio de quienes la vida me ha confiado proteger.