¿Desde su punto de vista, como analiza la economía actual en Colombia?
Colombia se encuentra en una fase de estancamiento económico. El año anterior, la economía se expandió apenas un 0,6%. En el primer trimestre de este año, el crecimiento fue de apenas 0,7% (cifra ajustada por efectos estacionales y calendario), lo que indica que continúa el muy bajo ritmo de crecimiento. Preocupa especialmente el comportamiento de la inversión, que en 2023 cayó un 9% y que continúa cayendo, aunque a un menor ritmo, en 2024.
¿La caída en la inversión puede obedecer a temas macro como la inflación o las tasas de interés altas? O influye la posición del Gobierno y los mensajes que ‘espantan’ a los inversionistas
Son varios factores los que explican el bajonazo en la inversión. El primero, el aumento en las tasas de interés, ocasionado por el apretón monetario del Banco de la República (banco central de Colombia). Cuando suben las tasas de interés, es más costoso endeudarse para invertir. El segundo, el efecto del aumento sustancial en las tasas de tributación efectiva para las empresas, producto de las reformas de 2021 y 2022. Hoy Colombia tiene la cuarta tasa de impuesto de renta más alta a nivel mundial. Finalmente, los impactos de la incertidumbre generada por anuncios o decisiones del gobierno, como los realizados en sectores clave como el minero-energético, el de la infraestructura y el de la vivienda.
Desde su experiencia, ¿Cómo analiza las caídas tan significativas en industria, comercio y construcción?
La industria y el comercio representan casi el 30% del Producto Interno Bruto en Colombia, así que son fundamentales para jalonar el crecimiento económico. Sin embargo, las cifras de crecimiento han sido muy malas, pues el comercio completa cinco trimestres consecutivos de contracción y la industria cuatro trimestres de caídas en su actividad productiva. Por su parte, la construcción tuve un pequeño crecimiento en el primer trimestre de esta año, 0,8%, pero luego de completar cinco trimestres consecutivos de contracción. La construcción pesa el 4% del PIB, pero además está vinculado con otros sectores, como la industria, el comercio, el transporte y los servicios. Es fundamental pensar entonces en un plan de choque que permita revertir la dinámica de estos tres sectores.
¿Cuál sería ese plan de choque agresivo por parte del gobierno para volver a recuperar la confianza y la inversión en el país?
Indudablemente el primer paso es enviar señales de certidumbre y cumplimiento de las reglas de juego. No es positiva la discusión sobre una asamblea constituyente, que podría modificar sustancialmente las condiciones de los actuales y futuros inversionistas en el país. Se deben resolver los problemas puntuales que han surgido por decisiones del propio gobierno, como la actualización del valor de los peajes con la inflación causada y retornar al modelo original de selección de beneficiarios en vivienda de interés social y prioritaria. Y se debe ejecutar el presupuesto de inversión, que infortunadamente ha tenido una muy floja dinámica en estos casi dos años de gobierno.
¿Qué le preocuparía con la inflación?
Que haya otro choque de oferta adicional que quiebre la tendencia de reducción que se ha observado desde abril de 2023. Esto podría echar al traste con las reducciones esperadas de la tasa de interés del Banco de la República, retrasando el abaratamiento del crédito y, por ende, la recuperación de la demanda agregada.
¿Cree que hay la suficiente confianza del industrial, del consumidor para la reactivación de la economía en estos dos próximos años?
Dependerá de las decisiones de política pública, pero creo firmemente que hay espacio para que el Gobierno nacional corrija al rumbo y vuelva a poner en el corazón de la política económica el crecimiento.
¿Cuál sería el mensaje para los inversionistas internacionales y empresarios en el país?
Que Colombia ha sido el país de la región con la mayor estabilidad macroeconómica, debido a sus sólidas instituciones, en especial, un banco central independiente y un manejo serio de la política económica desde el ministerio de hacienda y planeación nacional. No me cabe duda que el país superará con creces esta difícil coyuntura y será uno de los líderes regionales en crecimiento económico en las próximas décadas.