Raquel Arana: “Mi sueño es seguir creciendo con nuestra línea de productos”

Raquel Arana no es solo su nombre, también es su sello y es conocida afuera de las fronteras del pulgarcito de América

Más de diez años han pasado desde que la ilustradora y diseñadora salvadoreña, Raquel Arana, dio el salto con la elaboración de carteras; dejó su puesto en una agencia de publicidad y decidió dedicarse a contar historias de mujeres a través de sus carteras de cuero y estampados, con sello salvadoreño que han dado la vuelta al mundo.

 Junto a su madre, Mirna Ruiz, han hecho la dupla perfecta de empresarias y fundaron Las Chelitas S.A. de C.V., y ahora proveen de empleos a decenas de artesanos salvadoreños y mueven la economía. Raquel Arana no es solo su nombre, también es su sello y es conocida afuera de las fronteras del pulgarcito de América. Sus historias a través de sus carteras incluso han llegado a Estocolmo y Helsinki, en Finlandia. 

Raquel Arana es una marca consolidada, pero ¿cómo nace la idea de hacer carteras con historias?

A mi me encanta ilustrar y hace muchos años me invitaron a participar en un ‘pop up store’ de moda salvadoreña. Era una tienda que iba a estar abierta por tres meses. Allí fue cuando se me ocurrió que iba a crear carteras junto a artesanos salvadoreños, y que en la tela iba a imprimir mis ilustraciones. Se me ocurrió que las ilustraciones iban a estar inspiradas en historias que empoderan a la mujer, para que más allá de una simple ilustración, fueran ilustraciones llenas de emociones como una obra de arte.

Con el tiempo en cada colección he hablado de diferentes temas como: Las etapas de un cambio y transformación interna, el unirnos entre mujeres y formar un clan de apoyo, y salud mental. Me encanta hablar de temas así porque hace que las mujeres que compren la cartera conecten con su interior, cada vez que usan la cartera se pueden recordar de este mensaje, y leer la historia les hace saber que no solo a ellas les pasa o viven estas situación, las hace sentir que no están solas.

¿Cómo fue la producción inicial y cómo evolucionó? 

Cuando comenzábamos a confeccionar carteras comprábamos la tela por yardas, y los materiales también. Trabajábamos con un artesano que hacía carteras para una marca multinacional.

La primera vez hicimos siete carteras, y se vendieron en una semana, luego hicimos 12 y de igual forma se vendieron en una semana, entonces Mirna, mi mamá, quien es la que ve la parte de producción, decidió que iba a hacer 30 carteras de un solo, cosa que para nosotros en ese momento era una gran inversión.

Al llegar donde el artesano nos dijo que no tenía tiempo, que nos iba a avisar cuándo podía. De su taller se salió un empleado, su nombre es Alex. Alex le dijo a mi mamá que le diera el material a él, que él, en la noche en su casa, nos iba a hacer las 30 carteras.

Así fue como desde hace 10 años trabajamos con Alex, quien ahora tiene su propio taller con 20 empleados.

Y de hacer siete carteras y tener solo dos modelos, en 10 años hemos vendido más de 30.000 carteras y tenemos más de 10 modelos diferentes; sumado a eso, una línea de hogar con individuales, manteles y diferentes accesorios que es el regalo favorito de muchas clientas cuando van a visitar a personas que viven en el extranjero.

Raquel Arana y su madre, Mirna, ambas fundadoras de Las Chelitas S.A. de C.V.

¿Cuál es la importancia de las historias que presenta en sus productos y cuál es el objetivo hacia sus clientes?

Con el tema de las historias he vivido momentos que pienso son manejados por Diosito. Al vender cada cartera incluimos una postal con la historia de la ilustración y me pasa mucho que la persona compra la cartera, lee la historia y me escribe un mensaje que está llorando porque la historia era justo lo que necesitaba leer en ese momento. Esto también ha pasado cuando alguien recibe la cartera de regalo y quizá no conocía mi marca, y también me escribe para decirme que está conmovida por el mensaje. Me agradecen y se crea un vinculo bien lindo.

Las historias nacen de cosas que yo he vivido o he trabajado en mi interior, y comparto mi aprendizaje en esa historia, no son inventos o cosas huecas, sino que son historias cargadas de emociones y aprendizajes. Que las mujeres lean la historia y me escriban para decirme que les sirvió, que las hizo sentir acompañadas, que las ayudé en su propio proceso de trabajo interior, me llena de una profunda alegría y por eso creo que es algo que maneja Diosito, porque yo ni que quisiera lo pudiera controlar.

Usted no solo creó su marca sino también propició un lugar para otros emprendedores ¿Cómo surgió «Hecho en Casa?

Fíjese que Hecho en Casa ya no existe, cerramos las puertas en enero de este año, pero actualmente yo sigo con el mismo concepto en mi propia tienda, en el mismo lugar. Le cuento un poco:

 Donde antes estaba Hecho en Casa, en Centro Comercial San Benito, San Salvador, me uní junto a Jade de Salazar de la marca Muchas Cosas y juntas pusimos la concept store: Raque y Jade. Cada una invitó a marcas de diseñadores salvadoreños que admira a formar parte de la tienda. Siempre es un tienda de diseño salvadoreño en donde todos compartimos un mismo espacio y un mismo objetivo: Crear una cultura de orgullo por el diseño hecho en el país.

Fíjese que Hecho en Casa fue la primera tienda de diseño salvadoreño en el país, Hecho en Casa lo creamos hace ocho años junto a Óscar Velásquez, a partir de nosotros hacer eso, se abrieron muchas tiendas con este concepto, ahora hay como 30 tiendas iguales, cosa que es bueno por que al final el objetivo es potenciar el talento local y darle trabajo sano a los artesanos que hacen cada producto. Lo importante al final es que se une la creatividad del diseñador con el talento del artesano y se genera una economía circular beneficiosa hasta para el país.

¿Cuál es el portafolio de productos de Raquel Arana? 

Actualmente tenemos más de 20 diferentes tipos de carteras, desde grandotas como Totebags o bolsas playeras, hasta accesorios pequeños como monederos o porta pasaportes. Lo mismo es en rangos de precios, tenemos accesorios desde us$4 hasta carteras de us$150. Y también tenemos nuestra línea de hogar que, gracias a Dios, le encanta a nuestras clientas, siempre es ilustrada y confeccionada a mano por artesanos salvadoreños. En la línea de hogar hacemos individuales, posa vasos, caminos de mesa, manteles largos, pantallas de lámpara, tazas térmicas.

Entiendo que sus productos han cruzado las fronteras salvadoreñas, ¿Cómo ocurrió esto, en qué países vende sus carteras y cuánto producto se va afuera del país? 

Enviamos muchas carteras a Guatemala, Estados Unidos, México, Argentina y tenemos una super clienta en Helsinki y en Estocolmo. Las clientas salvadoreñas fan de la marca se encargan de ser voceras de ella.

Su marca cumplió diez años recientemente, ¿Cuál es la evaluación que hace de todo este camino recorrido?

Atrás de cada año hay un sin fin de aprendizajes sanos. Mirna, mi mamá, es quien maneja la parte de finanzas de la marca, ella ve producción, manejo de inventario y las finanzas y yo veo la parte creativa, redes sociales, mercadeo e innovación. Mi mamá ha sabido manejar tan bien las finanzas de la marca que la marca tiene cero deudas, es una marca rentable que va en crecimiento.

Hemos crecido y el año pasado ya nos convertimos en una sociedad, nos llamamos Las Chelitas S.A. de C.V. Entonces ya no somos tan tan emprendedoras, sino ya somos una empresa formal. A mi, personalmente, me causa un gran orgullo, porque lo que comenzó en mi cabeza, y que comencé haciendo pruebas, con telas y dibujos, después de 10 años ya es una empresa formal que le da trabajo sano a artesanos, familia y otros empleados. Crecemos juntos todos los días.

Me da una gran alegría, ahora, tener mi propia tienda y poder seguir apoyando a (hacer) crecer la economía de nuestro país, a través de exponer el talento en el diseño salvadoreño.

Me hace sentir muy feliz también que empresas importantes nacionales e internacionales, (Dove, Cafe Kacao-Oklahoma, Hush Puppies) me buscan para ilustrarles y para crear conceptos para sus marcas, y todo nace de la exposición que tiene mi marca y de su buen concepto.

¿Cuál es la proyección que tiene en los próximos meses u años? ¿Hasta dónde quiere llevas las historias de sus carteras?

Mi sueño es seguir creciendo con nuestra línea de productos, nuevos conceptos y trabajar siempre por llevar la marca a nuevos mercados.