Ruy Campos Dugone, director ejecutivo y miembro fundador de Green Cross Reino Unido.

Ruy Campos Dugone: “Mi verdadero objetivo es contribuir a un futuro más sostenible, evitando caer en la zona de confort”

Por Melissa Villamayor.

Ruy Campos Dugone, director ejecutivo y miembro fundador de Green Cross Reino Unido, desempeña un rol clave en la promoción de soluciones innovadoras y sostenibles.

Con una carrera que abarca tanto el sector privado como el ámbito no gubernamental, Dugone ha liderado proyectos que abordan los desafíos ambientales y que también integran aspectos socioeconómicos críticos.

En esta entrevista, explora los desafíos más urgentes que enfrenta el Reino Unido y cómo Green Cross trabaja para superarlos, siempre alineado con la visión de su fundador, Mijaíl Gorbachov, de un futuro sostenible y seguro para todos.

¿Cuáles son los principales desafíos ambientales que enfrenta el Reino Unido y cómo aborda Green Cross Reino Unido estos desafíos?

El Reino Unido, al igual que el resto del mundo, enfrenta diversos desafíos generados por el Cambio Global que requieren atención prioritaria. Estos incluyen el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación del aire, así como la gestión del agua y de los residuos, entre otros. Bajo las directivas del Rey Carlos III, el gobierno británico está implementando políticas y estrategias para abordar estos desafíos tanto en su política interna como externa.

Paralelamente, el Reino Unido enfrenta importantes retos socioeconómicos, como la desigualdad, la pobreza, el envejecimiento poblacional, la educación, la salud pública y el bienestar, así como la integración y cohesión social. Estos desafíos son muy visibles y generan disturbios sociales que impactan significativamente en la opinión pública.

Green Cross fue fundada en 1993 por el Premio Nobel de la Paz Mijaíl Gorbachov, es una ONG que ofrece respuestas a los desafíos combinados de seguridad, pobreza y degradación ambiental. Abordando la sostenibilidad de manera integral, brindando soluciones sostenibles a través de diversos programas e iniciativas. Trabajando caso por caso e implementando proyectos diseñados para generar un impacto positivo concreto y medible donde se opera.

Aunque tu consulta se centró en los desafíos ambientales, Green Cross responde al Cambio Global principalmente mediante soluciones dirigidas a sectores críticos como la infraestructura, la agricultura y la minería. Articulando siempre las consideraciones ambientales con otros ámbitos estratégicos clave, como los aspectos socioeconómicos.

Es importante destacar que abordar estas necesidades y desafíos es sumamente complejo y requiere salir de la «indiferencia globalizada» en la que se encuentra gran parte de la humanidad.

Usted tiene una amplia experiencia en el sector privado y también en organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro. ¿Cómo han impactado estas experiencias en el liderazgo que ejerce en Green Cross Reino Unido?

Mis primeros cinco años profesionales los desarrollé en la marina de mi país, trabajando en el sector de defensa. Luego, durante 30 años, me desempeñé en posiciones ejecutivas de corporaciones del sector privado en áreas como energía renovable, gestión de agua, agricultura regenerativa y tecnología de la información, principalmente a nivel regional en América Latina, África, el Caribe y el Sudeste Asiático, entre otros.

En la última década de esta experiencia, comencé a colaborar con Green Cross, informando periódicamente sobre la transición energética a su presidente y fundador, Mijaíl Gorbachov. Esto se debió a la imagen y la inspiración que él generaba en mí, además de la motivación personal de ir más allá de la búsqueda de ganancias del sector privado. Por ello, en 2019 dejé este sector para dedicarme de lleno a la labor no gubernamental, con el objetivo de salvaguardar el ambiente y contribuir al bien común mediante el desarrollo sostenible.

Aunque el liderazgo en empresas privadas y en las ONG comparte muchas similitudes, las principales diferencias radican en su enfoque. El liderazgo empresarial se centra en resultados, desempeño y desarrollo de estrategias competitivas, apoyándose en habilidades ejecutivas como gestión, toma de decisiones, asignación de recursos y desarrollo de equipos de alto rendimiento.

En contraste, el liderazgo en las ONG se caracteriza por un fuerte enfoque en la colaboración entre diferentes actores, buscando generar el máximo beneficio para quienes servimos y representamos intrínsecamente. Esto requiere una gran capacidad para inspirar y movilizar a voluntarios, miembros, socios y otros grupos de interés, poniendo a prueba constantemente el conocimiento, la convicción y la experiencia.

A diferencia del sector privado, las ONG no compiten por un mercado, sino que fomentan ambientes colaborativos y cooperativos, con una cultura de trabajo en equipo orientada a la excelencia y la neutralidad. Promoviendo alianzas intersectoriales y enfoques participativos que potencien el alcance y la efectividad de nuestras acciones.

Green Cross International fue fundada por Mijaíl Gorbachov . ¿Cómo mantiene la organización el compromiso con la visión de un futuro sostenible de Gorbachov?

El Informe de Riesgos Globales 2024 resalta la urgencia de abordar los desafíos socio ambientales, lo cual se alinea plenamente con la visión que tuvo Mijaíl Gorbachov al fundar Green Cross. Gorbachov fue una figura clave en el fin de la Guerra Fría entre Oriente y Occidente y comprendió, mejor que nadie, que la sostenibilidad está intrínsecamente ligada a la seguridad. Así, después de la Cumbre de Río de 1992, decidió fundar Green Cross.

Hoy, su legado sigue presente en los 30 capítulos de Green Cross alrededor del mundo. La organización continúa traduciendo esa visión en acciones concretas a través de una amplia gama de programas e iniciativas relacionadas con la transición energética, la neutralidad del agua, la descarbonización, la agricultura regenerativa, la restauración de ecosistemas, la construcción de la paz, la resolución de conflictos socioambientales, la promoción del desarrollo sostenible, entre otros temas.

La resiliencia y vigencia de Green Cross se debe en gran medida a la visión de Gorbachov y al compromiso de cada uno de sus miembros en todo el globo. En el Reino Unido, un factor clave diferenciador ha sido el enfoque en generar valor sostenible como fuente de ingresos, lo que permite mantener nuestra neutralidad e imparcialidad.

Green Cross ha construido una sólida red de colaboradores, trabajando en estrecha alianza con gobiernos, organizaciones internacionales, empresas y comunidades locales. Esta colaboración es esencial para abordar la complejidad de los desafíos socioambientales y lograr un impacto positivo a mediano y largo plazo.

Para concluir, debemos considerar que los desafíos futuros son inmensos, ya que el Cambio Global exige respuestas aún más ambiciosas a las que se vienen implementando. En Green Cross, estamos comprometidos a seguir evolucionando para enfrentar estos retos, con el objetivo de construir un futuro seguro y sostenible para todos, ya que no hay un Planeta B.

¿Cuáles son algunos de los proyectos más exitosos implementados por Green Cross Reino Unido y qué lecciones se han aprendido de ellos?

En Green Cross, hemos desarrollado decenas de miles de proyectos sostenibles en los seis continentes a lo largo de más de 30 años, lo que nos ha brindado una amplia experiencia, diversidad y reconocimiento en iniciativas relacionadas con la sostenibilidad.

Particularmente en el Reino Unido, desde 2020 nuestros proyectos han tenido un impacto positivo tanto en el ecosistema como en las comunidades de las áreas donde operamos, contribuyendo así a un impacto global. Para nuestra organización, consideramos que el próximo proyecto es fundamental, ya que nos permite continuar abordando de manera efectiva los desafíos socioeconómicos.

Uno de los proyectos que deseo destacar es el que estamos llevando a cabo en India a través de la iniciativa Aneya del programa de Agricultura Regenerativa (CPRA). Hemos desarrollado un sistema que respeta las tradiciones locales en el cultivo de granos, con un costo muy bajo, que será donado al gobierno indio para facilitar su implementación a nivel interno. Este proyecto aborda el grave problema de la pérdida anual de granos, estimada en 14 mil millones de dólares estadounidenses, debido a deficiencias en la cadena de suministro y la falta de infraestructura de almacenamiento. 

Estimamos que el impacto positivo de esta iniciativa podría permitir que 450 millones de personas se alimenten anualmente, y en 25 años se generen más de 500 millones de créditos de remoción de carbono y otros 350 millones de créditos de reducción de emisiones. Por ello, los invito a sumarse a esta iniciativa, que representa una respuesta concreta y sostenible a un desafío apremiante en la democracia más poblada del mundo, donde los países del Cono Sur tienen mucho que aportar en la gestión de almacenamiento de granos.

La lección aprendida, que mantenemos en el tiempo, es que la sostenibilidad es un sistema complejo que debe abordarse de manera interdisciplinaria, holística y multidimensional. Para ello, es fundamental contar con equipos conformados por profesionales con valores, principios y que sean «buena gente». Hemos entendido que, incluso en medio de esta complejidad, es posible lograr respuestas sencillas, caracterizadas por el sentido común y enfocadas en el bien común.

La transición hacia una economía verde es un proceso complejo. ¿Cuáles son las barreras más significativas para lograr esta transición y cómo se pueden superar?

(Silencio. Sonrisa). Recuerdo que mi colega de Francia, Jean-Michel Cousteau, el reconocido oceanógrafo cuyas impactantes producciones documentales nos han cautivado, solía comentar que Gorbachov debió haber nombrado a Green Cross como Blue Cross, dado que el 70% del planeta está cubierto por agua.

Esta ingeniosa observación de Jean-Michel nos recuerda la crucial importancia que desempeñan los océanos en la sostenibilidad global y la necesidad apremiante de enfocar nuestros esfuerzos en la preservación y protección del ambiente, que no se limita únicamente al color verde, sino que abarca también el inmenso azul.

Por eso me gusta hablar de una economía sostenible, promoviendo un elevado desarrollo humano dentro de un modelo de economía circular, alineado con la impronta definida en la «donut» de Kate Raworth, que busca lograr un desarrollo sostenible dentro de los límites planetarios.

Algunas de las barreras que debemos enfrentar para implementar este modelo incluyen la inercia de los sistemas económicos y políticos actuales, que están construidos en torno al crecimiento ilimitado y en conflicto con los límites planetarios; los intereses creados y el poder de los grupos más influyentes que se benefician del sistema actual y pueden oponerse a los cambios; la complejidad de lograr una transición justa e inclusiva que no deje atrás a los más vulnerables; la falta de voluntad política y liderazgo a largo plazo necesarios para su adopción; y la insuficiencia de la infraestructura y tecnología requeridas para abordar la sostenibilidad.

A mi pesar, considero que la mayor barrera para implementar un modelo sostenible radica en nuestra incapacidad colectiva de tomar conciencia de la gravedad y urgencia del impacto negativo que hemos generado como especie.

¿Cómo puede Green Cross Reino Unido involucrar a las comunidades para promover la sostenibilidad y fomentar la participación activa en sus iniciativas?

Para cumplir con la misión de Green Cross, debemos salvaguardar los intereses de las comunidades y del planeta, motivando e inspirando a la participación activa. Sin embargo, enfrentamos el desafío de que no muchas personas comprenden claramente el rol de una ONG.

En Green Cross Reino Unido, ofrecemos asistencia tecnológica, gobernanza del riesgo, innovación, mediación y litigio. Nos dedicamos a certificar y verificar mediante estándares y metodologías propias o de terceros. Formamos equipos multidisciplinarios para abordar las necesidades que se nos presentan, siempre alineados con nuestro mandato y manteniendo nuestra neutralidad e independencia.

Para acercar más a la gente, utilizamos las redes sociales para difundir información y generar conciencia. Nos aseguramos de que nuestro contenido sea serio y basado en hechos, evitando la búsqueda de efecto mediático.

Además, organizamos talleres y foros comunitarios donde los miembros pueden expresar sus necesidades y colaborar en proyectos. Fomentamos grupos de trabajo locales que se enfoquen en sostenibilidad, permitiendo que las comunidades se conviertan en agentes activos de cambio.

Al fortalecer la comprensión del papel de Green Cross y proporcionar plataformas para la participación, promovemos una sostenibilidad más efectiva. Esto empodera a las comunidades y enriquece nuestras acciones con sus perspectivas y conocimientos.

¿Cómo colabora Green Cross Reino Unido con otras organizaciones y gobiernos para alcanzar sus objetivos?

En Green Cross Reino Unido, hemos establecido una metodología llamada «Adding Sustainable Value» (ASV) que nos permite definir y medir el valor sostenible que generamos a través de nuestras interacciones con diversos actores del sector público, privado y de la sociedad civil.

Esto se alinea plenamente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 de las Naciones Unidas. Hemos seguido estos lineamientos, ya que Green Cross tiene estatus consultivo u observador en al menos siete agencias de la ONU. Nuestro rol en estas colaboraciones puede variar, actuando como certificador, controlador, facilitador, integrador, mediador o litigador.

Sin embargo, la ejecución final de los proyectos es realizada por nuestros colaboradores de clase mundial, quienes forman parte de la Comunidad de Green Cross. Esta comunidad es la puerta de entrada a nuestra ONG y funciona como un “centro de innovación” del cual nutrimos nuestros programas e iniciativas.

Interactuamos con gobiernos nacionales y subnacionales, corporaciones, PYMEs y entidades que promueven tecnologías disruptivas. Colaboramos con universidades y centros de I+D para canalizar investigaciones y apoyar startups innovadoras. Además, actuamos como puente entre las necesidades del mercado y estos actores clave, siempre equilibrando los riesgos socioambientales con los beneficios de nuestras acciones. También nos vinculamos con comunidades locales y redes globales, asegurando que nuestras iniciativas generen un impacto positivo y sostenible.

La colaboración y la cooperación son esenciales para abordar la complejidad de los desafíos del Cambio Global. En Green Cross, creemos firmemente que la sostenibilidad debe ser abordada desde una perspectiva que denominamos el “hipercubo de la sostenibilidad”. Por ello, seguimos innovando y adaptándonos continuamente para enfrentar los retos emergentes.

Usted es reconocido como uno de los «30 mentes sostenibles de América Latina» por Forbes. ¿Qué proyectos ha desarrollado que contribuyen a un impacto climático positivo?

La premiación de las 30 Mentes Sustentables de Forbes México 2021 es un reconocimiento que me llena de orgullo y me motiva a seguir avanzando. Sin embargo, mi verdadero objetivo es contribuir a un futuro más sostenible, manteniendo siempre la «proa» enfocada en los próximos desafíos y evitando caer en la zona de confort.

Me considero afortunado de haber participado en innumerables proyectos que han generado un impacto positivo, tanto en lo socioambiental como en lo económico.

Toda esta experiencia adquirida la he canalizado a través del marco «Climate Positive», que define la impronta de los programas e iniciativas en Green Cross Reino Unido. 

Un ejemplo claro es el programa CPSI de Infraestructura Sostenible, que permite evaluar el nivel de sostenibilidad de un proyecto de infraestructura y establecer una hoja de ruta para garantizar su sostenibilidad a lo largo de todo su ciclo de vida. Esto incluye el monitoreo de indicadores clave de rendimiento (KPI), la identificación de posibles oportunidades de mejora y la propuesta de distintos niveles de logros para la mejora continua de la performance, lo que resulta en la presentación de un proyecto con mínimos riesgos socioambientales, aspectos fundamentales para los inversores. Además, genera datos confiables y sostenibles que aseguran la trazabilidad y transparencia del proyecto. El programa también facilita el benchmarking entre proyectos de infraestructura, permitiendo que el Corredor Vial Bioceánico compare su nivel de sostenibilidad con un proyecto petrolero o con un barrio ecosostenible en medio de la Amazonía.

Es por lo que aspiro a seguir siendo un agente de cambio “Climate Positive”, trabajando incansablemente para acelerar la transición hacia esta nueva era en la que estamos viviendo.

¿Cuáles son sus esperanzas para el futuro de Green Cross y su contribución a un mundo más sostenible?

Desde Green Cross, visualizamos un futuro en el que la humanidad pueda revertir los daños causados al planeta y su biodiversidad, reconstruyendo un mundo más resiliente y sostenible. 

Nuestra esperanza reside en el inmenso potencial humano para la innovación, la cooperación y la empatía. Creemos que, al despertar estas cualidades inherentes al ser humano, podremos superar los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos.

Queremos ser catalizadores de este cambio, ofreciendo soluciones prácticas y escalables que empoderen a todos en la debida adopción de prácticas más responsables, seguras y sostenibles. 

Nuestro enfoque promueve la gestión descentralizada para fomentar la participación activa de la sociedad para emprender un proceso evolutivo constante.

Al expandir nuestra influencia global, aspiramos a inspirar a más personas a tomar acción responsable y contribuir al desarrollo sostenible.

¿Qué consejo daría a los jóvenes apasionados por hacer una diferencia en la protección del ambiente y la sostenibilidad?

Mi consejo no se limita únicamente a los jóvenes; se extiende a todas las personas que anhelan vivir en un mundo mejor, sin importar su edad. Lo esencial es cultivar un profundo convencimiento de que debemos actuar en beneficio de todos, del planeta y de las generaciones futuras. Todos somos habitantes del planeta, huéspedes de paso, y debemos ser responsables de su salvaguarda. 

En este sentido, el primer paso es tomar conciencia de la gravedad y urgencia de los desafíos socioambientales que enfrentamos. Debemos entender que no se trata de problemas lejanos o ajenos, sino que nos afectan a todos de manera directa. Una vez que logremos esa visión sistémica, podremos emprender acciones concretas en nuestra vida diaria.

Es primordial que actuemos con caridad, convicción, esperanza, perseverancia y sabiduría. Sabemos que los desafíos son enormes, pero también que cada uno de nosotros, con nuestro aporte, puede hacer la diferencia. Estos temas trascienden lo individual y conciernen a la humanidad en su conjunto. Por lo tanto, para abordarlos con éxito, es imprescindible anteponer el bien común y trabajar de forma cooperativa y solidaria.

Este esfuerzo debe considerar no solo a quienes tienen la motivación y los recursos para actuar, sino también a aquellos que, por diversas circunstancias, no pueden o no quieren hacerlo. Asimismo, debemos atender a los grupos más vulnerables, que son víctimas directas o indirectas de las consecuencias negativas de nuestras acciones sostenidas en el tiempo. 

Solo unidos, trascendiendo intereses particulares y asumiendo una responsabilidad compartida, podremos emprender las transformaciones necesarias para construir un futuro seguro y sostenible. 

Este es un desafío inmenso, pero también una oportunidad única para demostrar nuestra capacidad como especie para cuidar y preservar el frágil estado actual de nuestro planeta. ¡Nuestro legado a las generaciones venideras depende de que logremos este objetivo!