Rodrigo Castilla, vicepresidente de Citrus Patrimonial, y Yermi Sutton, director general de Cosecha Capital, conversaron con Stornia sobre el modelo de inversión agrícola que permite a cualquier persona ganar dinero con la exportación de limón sin ser agricultor.
Desde Yucatán, compartieron cómo este esquema patrimonial, basado en la agroexportación y blindado por fideicomisos, ha captado más de 2,500 inversionistas y levantado más de 30 millones de dólares.
Ambos directivos explicaron cómo este sistema brinda rendimientos sostenibles a largo plazo, con impacto social en comunidades rurales y respaldo legal internacional. Además, anticiparon su expansión hacia nuevos mercados como Dubái y América Latina.
Rodrigo Castilla, vicepresidente de Citrus Patrimonial
¿Qué es Citrus Patrimonial y cómo nació el proyecto?
La agricultura es el negocio más antiguo de la humanidad. Nosotros, durante la pandemia, cuando todo se cerró y solo los supermercados y hospitales se mantuvieron abiertos, decidimos quedarnos en lo esencial: la agroexportación. Muchos inversionistas mexicanos querían participar en la venta de nuestro limón yucateco sin volverse agricultores. Así importamos el modelo de “certificado de levantamiento de plantación” que ya se usa hace más de sesenta años en Estados Unidos y Europa.
Creamos Citrus Patrimonial hace dos años como una forma en que cualquier persona, sin importar su nacionalidad, pueda invertir en la exportación de limón sin involucrarse en la producción. Hoy tenemos más de 2,500 inversionistas y hemos levantado más de US30 millones.
¿Por qué el cultivo del limón es tan rentable?
La calidad de nuestro producto. El 80% del limón se destina a jugos, hoteles y restaurantes. Gracias a su alto contenido de vitamina C, también se usa en la industria cosmética, orgánica, vegana y farmacéutica. Además, fenómenos culturales como las películas de Vin Diesel y el auge del tequila dispararon el consumo. Un limón en Japón cuesta hasta tres dólares, lo que acá cuesta un kilo. Por eso apuntamos a mercados asiáticos. A fines de agosto viajamos a Hong Kong, y en noviembre a Dubái.
¿Qué seguridad ofrece esta inversión?
Yucatán fue premiado siete veces como el estado más seguro de Latinoamérica. Además, el modelo está blindado con fideicomisos: la tierra es del fideicomiso, y el dinero también. No entra a cuentas privadas. Así, ningún peso puede usarse mal. Todo está auditado, y la transparencia es total: los inversionistas pueden ver gastos, ganancias y facturación.
¿Por qué es una inversión a largo plazo?
Porque plantamos árboles desde cero. Tardan 3 a 4 años en crecer, y luego dan 25 años de rendimientos. Se puede renovar el certificado, vender o heredar. Por eso usamos el término “patrimonial”: muchos lo ven como herencia para hijos o nietos. Invierten en algo que se vende todos los días, incluso en pandemia, y en dólares.
¿Qué impacto tiene en las comunidades locales?
Generamos más de 150 empleos directos e indirectos en una comunidad de 5,000 personas. Damos los mejores sueldos del estado, tenemos equidad de género (60% hombres, 40% mujeres), y horarios dignos. Gracias a esto, el gobierno nos otorga beneficios como pagar solo el 5% de la energía eléctrica.
¿Cómo manejan los riesgos climáticos y de mercado?
Tenemos dos seguros: uno de vida de la planta y otro de rendimientos. El primero cubre la replantación si un árbol muere. El segundo garantiza un 70% de los ingresos si algo falla (plagas, cosecha mala, etc.). Además, toda la información del precio del limón es pública, cualquiera puede verificarla.
¿Cómo ha sido la recepción del ecosistema financiero?
Al principio fue difícil porque era un modelo nuevo. Nadie entendía cómo podrías invertir sin comprar terreno. Pero hoy trabajamos con más de 35 inmobiliarias, financieras y aseguradoras. La gente lo entendió, y cada vez más países nos piden traer el modelo. Nuestro próximo paso: oficinas en California, Texas, Florida y en América Latina.
¿Qué le dirías a quien piensa que invertir en el campo no es moderno ni rentable?
Antes, invertir en el agro implicaba volverse agricultor. Hoy, con Citrus, no. No necesitas saber plantar. Solo compras tu certificado y te vuelves empresario del limón. Nosotros nos encargamos de todo. Ya vendemos en Japón, el mercado más exigente del mundo. Eso demuestra que sabemos lo que hacemos.
Yermi Sutton, director general de Cosecha Capital
Yermi, ¿Qué es Cosecha Capital y cómo se vincula con Citrus Patrimonial?
Nacimos con la misión de ayudar a los inversionistas a maximizar sus rendimientos. Diseñamos productos financieros que ofrecen mejores rendimientos que instrumentos tradicionales como los CETES o el ahorro bancario. Nos aliamos con Citrus Patrimonial para crear esquemas de inversión accesibles y efectivos.
¿Cómo funciona el efecto multiplicador de inversión?
El modelo permite reinvertir las ganancias del primer certificado para adquirir uno nuevo. Así, después de los primeros tres o cuatro años, puedes ir generando más certificados con tus propias utilidades. Eso multiplica tu inversión: puedes llegar a tener entre 15 y 22 veces más ingresos que con una inversión tradicional.
¿Es un instrumento exclusivo a largo plazo?
Sí, aunque tiene flexibilidad. Como los árboles tardan en crecer, no es una inversión inmediata. Pero gracias al modelo de reinversión automática, puedes construir un patrimonio sostenible sin esfuerzo adicional.
¿Qué ofrece la app que están desarrollando?
Permitirá a los inversionistas ver en tiempo real el crecimiento de sus árboles, la producción, el precio del limón, sus rendimientos y más. Todo desde el celular. Buscamos que cada persona esté cerca de su inversión sin tener que estar físicamente en el campo.
¿Están preparando nuevos productos financieros?
Sí, estamos trabajando en varias sorpresas para que invertir sea aún más fácil y accesible. Serán productos innovadores, pero los presentaremos en el momento justo.
¿Qué mensaje dejarías a quienes dudan del agro como estrategia financiera?
Aunque trabajar con árboles suene tradicional, la clave está en cómo los comercializamos. Ésta es una forma moderna, segura y rentable de invertir sin complicaciones. No necesitas estar en el campo. Inviertes, y nosotros nos encargamos de todo. Cosechas los frutos sin ensuciarte las manos.
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