Tesla y su CEO Elon Musk anunciaron el 24 de julio de 2025, desde Estados Unidos, planes para ampliar sus robotaxis, mientras enfrentan una caída de ventas, pérdida de incentivos y barreras regulatorias que amenazan sus proyecciones.
Tesla (TSLA) atraviesa uno de sus momentos más complejos. Las ventas globales de vehículos eléctricos cayeron un 13% en el primer semestre de 2025, afectadas por un portafolio envejecido y una creciente desaprobación hacia Elon Musk por su activismo político. A esto se suma la eliminación del subsidio federal de US7,500 para vehículos eléctricos en EU, lo que deja a la empresa con un panorama incierto.
Las acciones de Tesla cayeron más de 8% en la jornada del jueves y acumulan una pérdida cercana al 18% en lo que va del año. Inversores como Ross Gerber, CEO de Gerber Kawasaki Wealth, señalan que los números “son malos para una empresa que se supone debe estar creciendo”.
Tesla y los robotaxis
Durante la presentación de resultados, Elon Musk anunció que Tesla busca permisos regulatorios para operar robotaxis en California, Nevada, Arizona y Florida, asegurando que podrían cubrir “a la mitad de la población estadounidense para finales de este año” y escalar en 2026.
Sin embargo, los avances concretos son limitados. Tesla solo opera una flota de prueba en Austin, Texas, no disponible al público, y en California, la empresa no ha solicitado aún los permisos necesarios para operar legalmente servicios de transporte autónomo.
Barreras regulatorias y promesas incumplidas
Autoridades de California confirmaron que Tesla solo tiene uno de los permisos requeridos, mientras que empresas como Waymo (Alphabet) necesitaron más de nueve años y siete aprobaciones regulatorias para ofrecer robotaxis sin conductor en el estado.
Desde 2016, Tesla apenas ha registrado 562 millas de prueba autónoma en California, y no reporta nuevas desde hace seis años, lo que levanta dudas sobre la preparación real del sistema.
En contraste, en Arizona, la compañía sí ha iniciado trámites, y una decisión sobre los permisos se espera para finales de julio. En Nevada, se han iniciado conversaciones sin solicitudes formales, y en Florida no hay información oficial.
Incertidumbre entre inversores
Gene Munster, socio de Deepwater Asset Management y accionista de Tesla, expresó su decepción por la falta de detalles sobre la expansión del servicio en Austin: “Parecía que Musk quería evitar comprometerse con cifras concretas”.
Por su parte, el asesor de Camelthorn Investments, Shawn Campbell, advirtió: “Tesla no puede permitirse errores con los robotaxis. Su negocio automotriz ya muestra signos de deterioro en casi todos los mercados”.
La visión de Elon Musk de millones de robotaxis circulando en EU choca con una realidad compleja: ventas en caída, desconfianza del mercado y un laberinto regulatorio aún sin recorrer. La presión sobre Tesla crece y, por ahora, la empresa enfrenta un camino cuesta arriba sin margen para errores.
Con información de Reuters.
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