El director general de Volkswagen, Oliver Blume, afirmó que la meta europea de prohibir los motores de combustión en 2035 es poco realista y subrayó que la industria automotriz necesita una infraestructura de carga más sólida, precios energéticos competitivos y subvenciones efectivas para acelerar la adopción de vehículos eléctricos.
Blume, de 57 años, que también dirige Porsche, describió a la industria automovilística como enfrentada a «tiempos turbulentos» tras años de expansión. La caída en las ventas, la presión competitiva de China y las políticas climáticas de la Unión Europea generan un entorno complejo para los fabricantes.
El directivo reiteró que Volkswagen está comprometido con la descarbonización y la electromovilidad, pero advirtió que «las previsiones políticas han sido demasiado optimistas». Actualmente, uno de cada cinco vehículos del grupo ya es totalmente eléctrico.
Destacó que su doble función como CEO de Porsche y Volkswagen permitió acelerar la reestructuración del grupo y tomar decisiones estratégicas integradas. Confirmó que ya inició un proceso de cambio generacional en Porsche, aunque la decisión sobre mantener ambos cargos dependerá de los consejos de supervisión.
Sobre los recortes anunciados, precisó que el grupo reducirá más de 35,000 empleos en los próximos cinco años, de forma «socialmente responsable»: 7,500 en Audi, 4,000 en Porsche y 1,600 en Cariad, la filial de software. La medida responde a una caída de más de 20% en las ventas europeas durante el último lustro.
Volkswagen: Producción en España y Portugal
Volkswagen trasladará parte de su producción de vehículos eléctricos de bajo costo a España y Portugal, aprovechando los menores costos energéticos y laborales. “La Península Ibérica combina productividad, proveedores sólidos y costos competitivos”, explicó Blume.
El plan contempla fabricar nuevos modelos eléctricos en Barcelona, Navarra y Portugal, lo que permitirá competir con plantas del este de Europa y China. El objetivo es ofrecer autos eléctricos compactos «a precios asequibles» para ampliar la base de consumidores.
La Unión Europea aprobó en 2023 la prohibición de la venta de nuevos vehículos con motor de combustión a partir de 2035, con excepciones limitadas para combustibles sintéticos. La medida forma parte del paquete climático Fit for 55, que busca reducir las emisiones de CO₂ en 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990.
Con información de DPA news.
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