El legado de Francisco: el papa que criticó el capitalismo y renovó el mensaje de la Iglesia

El arzobispo de Buenos Aires se convirtió en papa el 13 de marzo de 2013 y su elección marcó un hito al convertirse en el primer pontífice latinoamericano y de la orden de los jesuitas. El pontífice argentino hizo parte del listado de las personas más influyentes de América Latina de Bloomberg Línea.
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El papa Francisco, elegido hace 12 años con miras a una renovación en la Iglesia Católica, golpeada por escándalos de abuso y corrupción, ha muerto a los 88 años en Roma, de acuerdo con el Vaticano. Su legado, marcado por un mensaje de inclusión, justicia social y renovación, deja una huella en el catolicismo. Jorge Mario Bergoglio, el arzobispo de Buenos Aires que se convirtió en papa en 2013 a los 76 años, hizo del fomento de un mayor diálogo interreligioso y la austeridad, algunas de sus principales banderas durante su pontificado.

El papa enfrentó desafíos importantes, como la creciente secularización en muchas partes del mundo y las denuncias de abusos sexuales dentro del clero, a lo que respondió con reformas internas, con medidas que apuntan a la transparencia y la responsabilidad dentro de la institución, generando posiciones encontradas en los sectores más conservadores de la Iglesia Católica.

Francisco situó la doctrina social de la Iglesia, hasta ahora un tanto relegada a un cuarto trasero de la casa, en el salón principal, reservado para las visitas importantes; y la incomprensión de esta actitud hizo recaer sobre él una lluvia de críticas dentro y fuera de la Iglesia. “Pero hay una inexorabilidad de la verdad que se impone por la fuerza de su misma naturaleza, y esta fue la apuesta y el mensaje de esperanza del papa de cara al futuro”, dijo Roberto Bosca, profesor emérito y exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral.

En todo caso, explica que hay áreas que han tenido “un movimiento evolutivo más lento que otras”, por ejemplo, Juan Pablo II tuvo como objetivo el ecumenismo con las iglesias ortodoxas que se reflejó en una visita a Moscú que nunca pudo realizar. “A pesar de que hubo notorios progresos en el pontificado de Francisco, tampoco pudo él concretar ese encuentro fraterno, aunque haya preparado el camino”. Las principales reformas del papa quedaron consignadas en la nueva Constitución “Praedicate Evangelium”, promulgada en el 2022 para reformar el Gobierno de la Iglesia.

Algunas medidas aplicadas por el pontífice incluyen acciones de carácter administrativo, como la descentralización del gobierno central de la Santa Sede, y otras políticas económicas para combatir la corrupción, incluyendo la creación de un Secretariado para la Economía, un Comité para las Inversiones para “garantizar la naturaleza ética de las inversiones inmobiliarias de la Santa Sede” y el saneamiento del Banco del Vaticano, al que le otorgó la gestión exclusiva de los activos financieros.

Durante su pontificado, Francisco también dio señales de mayor apertura, llegando a reconocer que en ocasiones el divorcio de una pareja puede ser menos dañino que las peleas constantes.

También hizo un llamado a un cambio en el enfoque de la Iglesia Católica hacia la homosexualidad y dijo que los obispos debían acogerles. En este sentido, se puede decir que el “papa inició una diversidad de cambios no solo estructurales o de tipo organizativo sino algo mucho más importante y de una extrema radicalidad. Me refiero a que él puso en el primer nivel de atención de los fieles una pastoral que se expresa en un cambio de sensibilidad muy profundo que solo se verá en su plenitud en el futuro”, anotó Roberto Bosca.

El papa y la economía

Desde pedir un cambio en las reglas de juego del sistema socioeconómico hasta arremeter contra la desigualdad, los 12 años del pontificado del papa Francisco estuvieron marcados por un cambio de tono en la Iglesia Católica.

Ante un grupo de empresarios en el Vaticano, por ejemplo, el papa criticó en febrero de 2017 al capitalismo porque promueve “la creación de gente descartada” para luego intentar “ocultarla o asegurarse de que no se la vea”. Testigo de la crisis económica argentina de comienzos de siglo, el papa también arremetió en diciembre pasado contra la deuda externa, que “se ha convertido en un instrumento de control”.

En su mensaje también lanzó propuestas como destinar un porcentaje fijo del dinero empleado en armamentos para la constitución de “un fondo mundial que elimine definitivamente el hambre y facilite en los países más pobres actividades educativas también dirigidas a promover el desarrollo sostenible”.

Otros asuntos sensibles para el papa fueron las cuestiones migratorias y frente a las políticas de deportación masiva del mandatario de EE.UU., Donald Trump, también se posicionó, pidiendo a la Iglesia de ese país “no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados”.