La economía global intentará en 2024 consolidar el camino iniciado el año pasado, moderando la inflación global, disminuyendo las tasas de interés y evadiendo una posible recesión. Sin embargo, este objetivo no será sencillo, ya que los factores que llevaron a la inflación en 2023 persisten, como la guerra en Ucrania, los problemas en la cadena de suministro y la recuperación de la demanda.
Argentina
Argentina, por su parte, tendrá otros desafíos, como lograr un ancla monetaria, darle pelea al crecimiento de precios desmedidos y recomponer sus magras reservas a través de lo que se espera sea una cosecha récord.
Argentina presenta desafíos locales pero también las dinámicas económicas y financieras globales impactarán en los activos financieros. Así, recién en el segundo semestre habría un viento de cola a favor de la región con la recuperación económica y el ciclo de baja de tasas de interés consolidado. Sin embargo, será los factores locales lo que determinarán la evolución de los mercados argentinos.
¿Cómo impacta todo esto en los mercados bursátiles? ¿Qué claves serán importantes tener en cuenta a la hora de invertir?
En cuanto a la economía global, los analistas coinciden en que el principal desafío será lograr un aterrizaje suave de la economía, es decir, que la inflación baje a niveles aceptables sin provocar una recesión.
Martin Polo, estratega en jefe de Cohen, explica que «el consenso apunta cada vez más a que se logrará un aterrizaje suave de la economía real, permitiendo que la inflación vaya convergiendo al nivel pre-pandemia sin recesión. Sin embargo, aún existen riesgos que podrían hacer que este objetivo se vea comprometido».
Entre estos riesgos, Polo destaca la posibilidad de que la inflación se mantenga elevada por más tiempo del esperado, lo que podría obligar a los bancos centrales a subir las tasas de interés más de lo previsto.
Otra posibilidad es que la economía se debilite más de lo esperado, lo que podría llevar a una recesión. En Argentina, los mercados bursátiles podrían verse afectados por la inflación, el tipo de cambio y la deuda pública. Según un informe de Ecolatina, «el S&P Merval podría estar sobrevaluado».
Estados Unidos
En el caso de Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) ha iniciado un ciclo de subidas de tasas de interés, con el objetivo de frenar la inflación. Sin embargo, los analistas creen que los recortes podrían comenzar en marzo, si la inflación muestra signos de desaceleración.
Según un informe de IEB, «el S&P 500 podría tener una corrección en el primer semestre, pero podría recuperarse en el segundo semestre si la economía muestra signos de recuperación».
Europa
En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) también ha iniciado un ciclo de subidas de tasas, pero su ritmo será más lento que el de la Fed. Según un informe de TSA Bursátil, «los mercados podrían beneficiarse de la recuperación económica y de los recortes de tasas de interés».
Japón
En Japón, el Banco de Japón (BoJ) ha decidido mantener las tasas de interés en terreno negativo, lo que contrasta con la política de otros bancos centrales. Según un informe de Bloomberg, «los mercados podrían seguir siendo volátiles, debido a la política monetaria del BoJ».
China
En China, la economía se desaceleró en 2023, debido a las medidas de control de la pandemia. Varios analistas explicaron que se trató de la decepción del 2023 por su escasa performance. El crecimiento económico del país fue menor al esperado y eso se vio reflejado en el iShares MSCI China ETF (MCHI), que tuvo una caída de -13% en 2023. Según un informe de Reuters, «los mercados podrían recuperarse si la economía mejora».
En conclusión, la economía global en 2024 estará marcada por la incertidumbre. Los factores globales, como el ritmo de la inflación y la política monetaria, serán los que determinen la evolución de los mercados bursátiles.