La pobreza y la indigencia en Argentina muestran un descenso sostenido, según datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y proyecciones oficiales. Este avance se atribuye a políticas sociales más efectivas y a una mejora en la estabilidad económica impulsada por el Gobierno.
El informe de la UCA destaca que la pobreza, que alcanzó un pico del 54,9% en el primer trimestre de 2023, ha bajado al 49,9% en el tercer trimestre del mismo año. En tanto, las proyecciones oficiales para el cuarto trimestre de 2024 estiman que la pobreza descenderá al 44,6% y la indigencia al 11,6%, cifras inferiores a las registradas en el último período de 2023 (45,2% y 14,6%, respectivamente).
El Ministerio de Capital Humano, liderado por Sandra Pettovello, atribuye estos avances a la política de desintermediación, que ha permitido que los recursos lleguen directamente a las personas más vulnerables, y a medidas económicas que han logrado mitigar la inflación. Sin el respaldo de programas sociales como la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar, el escenario sería más crítico, con estimaciones de pobreza y de indigencia mucho más elevadas, según el reporte.
A pesar del progreso, las autoridades reconocen que los índices de pobreza siguen siendo altos. «Somos conscientes de que aún queda mucho por hacer, pero los indicios nos permiten ser optimistas», declaró el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Las proyecciones sugieren que, en un contexto de crecimiento económico y estabilidad, la tendencia descendente se consolidará hacia fines de 2024.
El presidente Javier Milei había anticipado en campaña que los ajustes macroeconómicos serían necesarios para evitar una hiperinflación.