Gracias a la coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales, disminuyeron sustancialmente ilícitos que afectan el patrimonio y la libertad de las personas. Por ejemplo, el robo a casa habitación bajó 57% y el secuestro 23%.
Si bien aún persisten retos importantes como el alza en narcomenudeo y feminicidios, el gobernador destacó que se está atendiendo a las víctimas y reforzando las acciones para detener a los responsables.
Comparado con otros estados del país, Nuevo León muestra avances con la reducción entre 20% y 37% en delitos como robo a negocios, privación ilegal de la libertad, violencia familiar y robo de vehículos.
Aun cuando falta mucho por hacer, las políticas implementadas dan resultados tangibles que se reflejan en que los ciudadanos sufren hoy menos actos delictivos que afectaban gravemente su vida cotidiana.
La meta es que los neoleoneses puedan vivir con mayor seguridad y tranquilidad. El gobierno ha demostrado capacidad para contener los delitos más lesivos para la sociedad. Con la participación de todos y manteniendo la coordinación entre autoridades, se puede avanzar para devolver la paz a las familias.
