El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó que solicitó la ayuda de China para diseñar una regulación digital en Brasil tras el rechazo del proyecto de ley sobre noticias falsas (PL 2630/2020). Brasil planifica una nueva normativa que facultará, incluso, el bloqueo de plataformas sin necesidad de una orden judicial, según anunció el mandatario.
Durante una visita oficial a Pekín, Lula y el presidente Xi Jinping discutieron sobre la influencia de algoritmos como el de TikTok en la opinión pública. Según se reveló, Xi recomendó la posibilidad de regular o prohibir plataformas bajo criterios nacionales. Además, está previsto el envío de un experto chino a Brasil para compartir experiencias regulatorias.
¿Qué fue lo que se rechazó y qué se propone ahora?
El PL 2630/2020, aprobado en el Senado, fue bloqueado en la Cámara desde 2023. Este marco apuntaba a regular contenidos digitales y sancionar la desinformación, con medidas como etiquetado de mensajes y sanciones a plataformas. Tras su envío al Congreso, Lula impulsa un nuevo borrador preparado por el Ministerio de Justicia, que contempla:
- Creación de una autoridad reguladora con poderes para bloquear plataformas que no denuncien contenidos delictivos.
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Autorización para actuar sin orden judicial en casos graves.
En el Supremo Tribunal Federal, el debate sobre el artículo 19 del Marco Civil continúa. Una parte del tribunal apuesta por endurecer las responsabilidades de plataformas, mientras otra plantea mantener el modelo actual. Las Big Tech, como Google, advierten ante CNN Brasil que eliminar la necesidad de orden judicial generaría inseguridad jurídica, pidiendo garantías procesales.
Controversias y posibles efectos
El nuevo enfoque del gobierno ya provocó controversia. Analistas temen que la autonomía del sistema judicial y la libertad de expresión se vean afectadas si se permite bloqueos sin orden del juez. Además, se alude a una creciente «externalización de la censura», donde las plataformas eliminarían contenido preventivamente.
El caso levantó alertas en materia de libertad de prensa, en un contexto donde Brasil ya sancionó a medios y personalidades por contenidos polémicos.