¿Qué importancia tiene para la ALAMI y sus asociados la participación en la Asamblea de la Felaban?
Como presidente participo en diferentes foros representando a nuestras asociadas, uno de ellos es la Asamblea de la Felaban, espacios que se convierten en herramientas de aprendizaje, que permiten intercambiar ideas y conocimientos de interés para los participantes, ayudan a crear un sentido de comunidad, de aprendizaje y son un espacio para interactuar y nutrirse de la información de los demás. La ALAMI es una entidad gremial que cumplió un año y que representa a las microfinanzas en países como Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, Brasil, Peru, México y Centro América.
¿Cuál es su visión sobre el papel de las microfinanzas en la inclusión financiera y el desarrollo económico de la región?
Resalta el rol de las microfinanzas en Latinoamérica para ayudar a poblaciones vulnerables a salir de la pobreza.
a través de financiamiento productivo y mejorar la calidad de vida de las personas. La inclusión debemos verla como inclusión productiva, inclusión transaccional, inclusión seguros, inclusión remesas y educación financiera.
La ALAMI buscará impulsar y profundizar la inclusión financiera generando un mayor acceso a los servicios financieros de las poblacionales de menor ingreso de la región, como una forma de contribuir a la disminución de la pobreza en los países latinoamericanos. Promoveremos el libre mercado, la libre competencia, el fortalecimiento y crecimiento de intermediación financiera en la base de la pirámide desatendida. Mostraremos y haremos visibles los obstáculos que impiden la masificación de la inclusión productiva sostenible en Latinoamérica.
Seguiremos siendo actores importantes con iniciativas tanto en las políticas de gobierno como regulatorias y otras.
¿Cuánto mueve este sector en América Latina en términos de financiamiento?
Entre 2004 y 2008 las microfinanzas experimentaron un crecimiento sin precedentes en los mercados emergentes, impulsadas por el aumento de la competencia, la confianza de las instituciones de microfinanzas en su misión social de llegar cada vez más a pobres y personas que no cuentan con servicios financieros.
La Fundación Microfinanzas BBVA señala que la región de América Latina y el Caribe sigue siendo la más desigual del mundo. De los 652 millones de personas que viven allí, el 28%, 190 millones están en situación de pobreza; el 63% de los adultos está trabajando o buscando un empleo (por cada 100 hombres, 67 son mujeres). Además, conseguir financiación en Latinoamérica sigue estando fuera del alcance de muchos.
Según datos del último informe Global Entrepreneurship Monitor, América Latina es la región más emprendedora del planeta: un 33% de las mujeres y un 37% de los hombres tiene intención de emprender. El 21% de las mujeres y el 25% de los hombres en la región está creando o tiene una nueva empresa.
Un estudio de Credicorp revela que este año el 28% de la población adulta latinoamericana alcanzó un nivel avanzado de inclusión financiera, un aumento considerable comparado con el 25% en 2023 y 16% en 2021.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta actualmente el sector de microfinanzas en América Latina?
Los desafíos de las microfinanzas son permanentes, la inclusión financiera productiva es importante porque es la base de la prosperidad de una sociedad, de su desarrollo económico, político, social y cultural. Es necesario reducir las desigualdades sociales, imprimir mayor dinamismo a la gestión, fortalecer el ahorro y la inversión, promover las ganancias de productividad, mejorar la calidad de la educación y de la formación para la sostenibilidad.
Latinoamérica tendrá que enfrentarse a desafíos importantes en este siglo. Los cambios medio ambientales, la desigualdad persistente y la creciente violencia fuerzan a millones de personas de toda la región a vivir en un constante estado de incertidumbre. Un país con alto nivel de exclusión financiera productiva tiene un elevado costo para toda la sociedad, no sólo para quienes la sufren directamente.
¿Qué sectores productivos consideran estratégicos para fomentar mediante microfinanzas en los próximos años?
Los sectores productivos y servicios. Todo dependerá del crecimiento de la economía de cada país y el entendimiento de cada uno de los emprendedores en observar en qué actividad económica se va poder desenvolver de manera sostenible y menor riesgo.
¿Qué tan efectiva ha sido la banca de microfinanzas en llegar a poblaciones rurales y a segmentos no bancarizados en Latinoamérica?
Si hablamos de los bancos especializados en microfinanzas debemos mencionar que vienen contribuyendo y apoyando a emprendedores ofreciéndoles servicios financieros y no financieros.
En el contexto de incertidumbre económica global, ¿cómo evalúa la resiliencia del sector en América Latina?
La era actual está marcada por el creciente impacto, político, económico, climatológico y salud pública con efectos cada vez más pronunciados y el aumento de las consecuencias en Latinoamérica. Avanzar hacia sociedades más resilientes es un reto aún mayor para nuestra región debido a su alto grado de vulnerabilidad. Es necesario tener la capacidad de prepararse para gestionar, y mitigar los riegos para recuperarse se vuelve primordial para asegurar la continuidad y la sostenibilidad logrando mejorar significativamente la capacidad para adaptarse a este contexto y manejar la incertidumbre a futuro, incrementando así su resiliencia y el retorno en forma de beneficios a largo plazo.
¿Cuál es el legado que le gustaría dejar en la ALAMI, en cuanto a la inclusión y el desarrollo de las microfinanzas en la región?
Ser la organización referente y representativa del sistema microfinanciero latinoamericano, articulando el diálogo permanente con las entidades gubernamentales, organismos multilaterales, reguladores, supervisores, inversionistas y otros actores afines que permitan generar acciones y reformas que contribuyan en el desarrollo del sistema microfinanciero orientado en la inclusión de personas vulnerables mediante finanzas productivas.
Queremos fomentar estrategias para mejorar la competitividad y la eficiencia en el sistema microfinanciero; mostrar y hacer visibles los obstáculos que impiden la masificación de la inclusión financiera productiva sostenible en Latinoamérica, ser actores importantes con iniciativas tanto en las políticas de gobierno, regulatorias y de supervisión hacia la inclusión financiera productiva a través de mecanismos de mercado.