Este acuerdo tiene como uno de sus principales objetivos acelerar el fin de la generación de energía a partir del carbón, marcando un paso crucial hacia un futuro más sostenible.
El ministro de Minas y Energía de Colombia, Andrés Camacho, destacó la importancia de este plan para el desarrollo de proyectos de energías renovables en el país. «Este plan de acción es de gran importancia para que Colombia impulse proyectos de energías renovables que, en momentos como los que vivimos de emergencia climática, son fundamentales para contribuir al cuidado del ambiente y los recursos, disminuir la pobreza energética y garantizar la seguridad energética de los territorios», afirmó Camacho.
El ETAP establece estrategias conjuntas que buscan acelerar la transición energética de Colombia hacia un modelo más sostenible y sustentable. Entre las iniciativas se incluyen la asesoría de expertos en energía eólica costa afuera, la creación de comunidades energéticas y la eliminación gradual del carbón.
El acuerdo firmado contempla una serie de beneficios para Colombia, como el acceso a proyectos innovadores de energías renovables y a grandes fondos de capital. Además, se promoverá el intercambio de experiencias y la colaboración con expertos en política pública en sectores energéticos con bajas emisiones.
Este compromiso se enmarca en una cooperación amplia entre el Ministerio de Minas y Energía de Colombia y el Gobierno británico, a través de la ‘Powering Past Coal Alliance’ (PPCA). Esta alianza internacional agrupa a 182 países, ciudades, regiones y organizaciones comprometidas con la eliminación gradual del carbón.
Asimismo, el acuerdo incluye la estructuración de la próxima fase del programa de cooperación climática insignia del Reino Unido en Colombia, ‘Partnering for Accelerated Climate Transitions’ (UK PACT). Este programa continuará apoyando las prioridades del país en materia de Transición Energética Justa, asegurando que Colombia avance de manera efectiva hacia un futuro más limpio y sostenible.
La firma del ETAP en Londres representa un hito en la relación bilateral entre Colombia y Reino Unido, subrayando el compromiso compartido de ambos países con la lucha contra el cambio climático y la promoción de un desarrollo económico sostenible.
