El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Ambiente liderado por Susana Muhamad, ha emitido directrices clave para la reglamentación de los mercados de carbono en Colombia. Esta reglamentación es parte de una estrategia más amplia que busca cumplir con las metas climáticas del país para 2030, particularmente la reducción de un 51% en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Fortalecimiento de la gobernanza y transformación productiva
Uno de los principales objetivos de la reglamentación es establecer un sistema de gobernanza robusto que fortalezca el rol del Estado en la vigilancia y control de los mercados de carbono. Este enfoque pretende asegurar que todas las iniciativas relacionadas con los cambios de uso del suelo se realicen de manera legal y transparente, protegiendo a los propietarios de tierras de decisiones arbitrarias.
Además, la reglamentación buscará enviar señales económicas claras a los sectores productivos para que implementen transformaciones necesarias que contribuyan a la reducción de emisiones de GEI. Esta transición no solo ayudará a enfrentar el cambio climático, sino que también promoverá la protección de la biodiversidad y el concepto de «Paz con la Naturaleza.»
Incentivos y subastas para la descarbonización
Otro aspecto relevante de la nueva estrategia es el incentivo a las empresas que logren descarbonizarse rápidamente. Estas empresas serán recompensadas, mientras que aquellas que continúen utilizando tecnologías altamente dependientes de combustibles fósiles enfrentarán costos adicionales. Estos costos se destinarán posteriormente a financiar la descarbonización de sus procesos.
Por último, se ha anunciado que el desarrollo de esta estrategia se realizará sector por sector, lo que permitirá la realización de una subasta en 2025. En esta subasta, las empresas que hayan reducido sus emisiones de manera temprana podrán vender los cupos sobrantes derivados de sus acciones a aquellas que no cumplan con el tope de emisiones establecido. Esto incentivará a las empresas a comprometerse con la reducción de emisiones, recompensando a las más proactivas y ayudando a financiar la transición de las demás.