Las discusiones para definir el salario mínimo de 2025 arrancaron con un ambiente de tensión luego de que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sugiriera que el incremento podría ser del 6,2 %. Esta declaración fue cuestionada por William Millán Monsalve, vocero de la Confederación General del Trabajo (CGT), quien la calificó como inoportuna y perjudicial para el diálogo en la mesa de concertación.
Según Millán, adelantar una cifra preliminar sin contar con datos consolidados genera incertidumbre entre los participantes y afecta el desarrollo del proceso: “Este tipo de comentarios antes de que se cierren los análisis necesarios crea un clima adverso en la mesa de políticas salariales y laborales. No lo llamaría un saboteo, pero sí una manifestación que complica la concertación”, afirmó.
El representante sindical subrayó que la cifra propuesta por el ministro podría interpretarse como un límite por parte de los empresarios, lo que podría frenar una discusión abierta sobre un ajuste más significativo. “El 6,2 % es insuficiente, aunque puede tomarse como un punto de partida. Lo importante es que no se convierta en el techo que los empleadores no estén dispuestos a superar”, añadió.
A pesar de las tensiones iniciales, el vocero sindical destacó una actitud más abierta por parte de los empresarios este año. Según Millán, esto podría facilitar un ambiente más propicio para alcanzar acuerdos que reflejen tanto las necesidades de los trabajadores como las condiciones económicas del país.