Un reciente informe del Centro de Estudios Económicos de ANIF pone en el centro del debate los incrementos del Salario Mínimo Legal (SML) en Colombia para el próximo año. Según el análisis, estas alzas se han implementado sin tomar en cuenta factores clave como la inflación y la productividad, una tendencia que persiste en 2024.
De acuerdo con el estudio, esta desconexión entre los ajustes salariales y los indicadores económicos puede estar afectando gravemente a las pequeñas y medianas empresas (pymes), además de agravar la informalidad laboral. En 2024, el 56% de los trabajadores se encuentra en condiciones de informalidad o percibiendo menos del SML, un porcentaje alarmante que evidencia los desafíos del mercado laboral colombiano.
ANIF propone que el SML debería ajustarse siguiendo una “regla universal”, ampliamente aceptada por expertos en economía, que sugiere que los incrementos sean equivalentes a la inflación más el cambio en la productividad. Sin embargo, el informe señala que el país ha ignorado sistemáticamente este principio, optando por alzas superiores que, aunque bienintencionadas, tienen efectos secundarios negativos.
“Incrementos superiores a lo dictado por esta regla pueden dificultar la inclusión laboral de ciertos segmentos de trabajadores. Entre más alto sea el SML, más complicado se vuelve para los informales y los trabajadores que devengan menos del mínimo beneficiarse de estas decisiones”, afirma el documento.
El análisis también alerta sobre una preocupante tendencia de deterioro salarial en Colombia. La proporción de trabajadores que perciben ingresos iguales o inferiores a un SML ha crecido de manera sostenida en la última década. En 2015, el 48,4% de los ocupados se encontraba en este rango, cifra que aumentó a 54,7% en 2023.
Con base en la inflación proyectada para noviembre de 2024 (5,15%) y un incremento de productividad estimado en 0,78%, ANIF sugiere que el ajuste del SML para 2025 no debería superar el 6%. Aumentos por encima de este porcentaje, según el centro de estudios, carecen de justificación económica y podrían exacerbar la desigualdad entre trabajadores formales e informales.
El informe concluye con un llamado a los actores involucrados en la discusión del SML para que consideren los efectos a largo plazo de sus decisiones. “Es fundamental pensar en los trabajadores no representados en la mesa de negociación, quienes suelen ser los más afectados por políticas alejadas de los fundamentos técnicos”, señala ANIF.