Salario mínimo 2025, entre expectativas, costos y bienes desindexados en Colombia

El Gobierno ha manifestado su interés en un incremento del 6,2%, una propuesta que busca mantener un equilibrio entre los intereses de los trabajadores y el control de la inflación.
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Con el cierre del año, los colombianos no solo están atentos a las festividades navideñas, sino también a una decisión crucial que impactará sus finanzas: el incremento del salario mínimo. Este ajuste anual, que sirve como referencia para miles de contratos, trámites y bienes, también determinará el costo de vida en 2025, marcando un desafío para el bolsillo de las familias.

A medida que avanza el proceso de negociación liderado por la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, las partes involucradas —trabajadores, empresarios y Gobierno— aún no han llegado a un acuerdo definitivo.

El Gobierno, a través del saliente ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha manifestado su interés en un incremento del 6,2%, una propuesta que busca mantener un equilibrio entre los intereses de los trabajadores y el control de la inflación. Por otro lado, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) insiste en un aumento de dos dígitos, aunque sin precisar un porcentaje exacto. Mientras tanto, el gremio empresarial no ha hecho público su planteamiento, lo que genera incertidumbre sobre su posición.

Si no se alcanza un consenso antes de los plazos establecidos, el presidente de la República tendrá la última palabra y podrá decretar el incremento antes del 30 de diciembre.

Uno de los aspectos más relevantes del aumento del salario mínimo es su efecto en los precios de los bienes y servicios. Algunos de estos, denominados “indexados,” incrementarán automáticamente en función del ajuste salarial, mientras que otros, clasificados como “desindexados,” mantendrán su valor independiente del salario mínimo.

Entre los bienes y servicios indexados se encuentran:

  • Pasajes de transporte público.
  • Multas de tránsito.
  • Arriendos de vivienda.
  • Peajes.
  • Impuestos y obligaciones tributarias.
  • Gasolina y ACPM (pendiente de confirmación).
  • Tarifas de trabajadores independientes, consultores y asesores.

En contraste, algunos productos y servicios se mantendrán fuera de esta lógica, al estar desindexados del salario mínimo. Entre ellos se destacan:

  • Alimentos relacionados con la agricultura, como carne, cerdo y leche.
  • Servicios de protección social.
  • Educación superior, incluyendo matrículas e inscripciones.
  • Servicios de salud, como seguros médicos y medicina prepagada.
  • Transporte intermunicipal e internacional.
  • Servicios auxiliares y financieros relacionados con vivienda y hacienda.

Estos bienes y servicios representan un alivio parcial para los consumidores, ya que sus precios no estarán directamente ligados al porcentaje de aumento del salario mínimo, aunque podrían verse afectados por otros factores económicos.