Urge solución inmediata a la crisis arrocera en Colombia

Desde noviembre de 2024, los agricultores han solicitado asistencia urgente para enfrentar la difícil situación económica.
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El gremio arrocero de Colombia, que sostiene a más de 500,000 familias y genera aproximadamente 110,000 empleos directos, se encuentra en una crisis económica y social sin igual. A pesar de representar un pilar fundamental para la economía rural del país, especialmente en 211 municipios de 23 departamentos, los productores arroceros enfrentan una profunda incertidumbre, agravada por la falta de respuestas efectivas por parte del Gobierno Nacional.

Desde noviembre de 2024, los agricultores han solicitado asistencia urgente para enfrentar la difícil situación económica derivada de la caída de los precios del arroz, el aumento de los costos de producción y las deudas impagas. Sin embargo, las medidas adoptadas por las autoridades hasta la fecha han sido insuficientes, lo que ha llevado a los productores a suspender las negociaciones y movilizarse en busca de soluciones reales.

Una de las principales causas de la crisis es la drástica caída del precio del arroz paddy verde, que ha disminuido un 21.5%, pasando de $230,000 a $185,000 pesos por carga de 125 kilos en la zona centro del país. Esta reducción ha generado pérdidas que oscilan entre 1.5 y 2 millones de pesos por hectárea, lo que pone en riesgo la viabilidad económica de los arroceros. La combinación de estos factores ha llevado a que muchos productores no solo enfrenten pérdidas millonarias, sino que se vean al borde de la quiebra, con tierras y cosechas en peligro de ser perdidas.

Además, el aumento en los costos de producción, sumado a las deudas impagas y los altos intereses bancarios, está dejando a los campesinos colombianos sin recursos para continuar con la siembra. La situación se ve agravada por el impacto del cambio climático, que ha alterado las condiciones de cultivo, disminuyendo la productividad y aumentando la vulnerabilidad de los productores ante las fluctuaciones del mercado.

A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Agricultura, los arroceros han pedido que la solución a la crisis sea llevada de manera urgente hasta la Presidencia de la República y los ministerios relacionados. La respuesta del gobierno, hasta el momento, ha sido limitada, con una promesa de ayuda de $10,000 millones de pesos que, según los productores, es completamente insuficiente.

“Esperamos que el presidente Gustavo Petro, quien en su campaña se comprometió con los pequeños y medianos productores, muestre disposición para resolver este grave problema sin más dilación. No pedimos caridad, sino justicia”, señaló Carlos Rojas, vocero del gremio arrocero, quien añadió que las protestas y bloqueos seguirán hasta que se obtengan soluciones efectivas que aseguren la viabilidad del sector y la seguridad alimentaria del país.

El sector arrocero no solo es vital para la economía rural, sino que es fundamental para la seguridad alimentaria de Colombia. En muchas de las regiones arroceras, la economía depende en más del 90% de la producción de arroz. Con más de dos millones de colombianos que dependen directa e indirectamente de este cultivo, el colapso del sector tendría un impacto devastador en miles de familias.

“Las soluciones a largo plazo no son una opción. Mientras el Gobierno promete medidas que se implementarán en meses o incluso años, los arroceros estamos perdiendo nuestras cosechas, nuestras tierras y nuestras fuentes de ingresos”, advirtieron los productores.

La crisis arrocera se mantiene como una de las principales preocupaciones para la economía rural de Colombia. Mientras se recoge la primera cosecha del año, la incertidumbre y las pérdidas continúan en aumento, dejando a miles de productores en un estado de desesperación.

En este contexto, el sector arrocero ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que asuman su responsabilidad y actúen de manera inmediata para garantizar no solo la supervivencia del sector, sino también la seguridad y soberanía alimentaria del país.

“Estamos luchando por el futuro de nuestras familias y de nuestras comunidades. Necesitamos soluciones concretas ahora, no promesas vacías. ¡El Gobierno debe actuar ya!”, concluyó el vocero del gremio arrocero.