El reciente anuncio del ministro de Hacienda, Germán Ávila, sobre la posibilidad de establecer un precio diferenciado para el diésel que consumen las camionetas de alta gama ha generado preocupación en el sector de distribución de combustibles. Según la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (COMCE), la medida sería difícil de aplicar y no ha sido discutida con los empresarios del sector.
David Jiménez Mejía, presidente de COMCE, advirtió que exigir a las estaciones de servicio la implementación de un precio diferencial generaría complicaciones logísticas y operativas. “Las estaciones de servicio compran el diésel a un precio único en las plantas de abastecimiento mayoristas. Aplicar un esquema de tarifas diferenciadas en el punto de venta no solo sería inviable, sino que podría afectar la operatividad del mercado”, explicó el dirigente gremial.
Actualmente, en Colombia existen aproximadamente 6.400 estaciones de servicio, lo que convierte la propuesta en un desafío de implementación. Sin embargo, el Gobierno insiste en que la medida busca reducir el impacto de los subsidios al diésel en las finanzas públicas, un tema clave en la agenda fiscal.