Aunque la economía colombiana mostró señales de recuperación durante 2024, con un crecimiento del 1,7%, el Fondo Monetario Internacional (FMI) encendió las alertas sobre el deterioro en las finanzas públicas del país.
La evaluación fue emitida en el marco de la consulta del Artículo IV, tras dos visitas a Bogotá por parte de un equipo técnico del organismo, realizadas en febrero y abril de este año. Según el informe, el desempeño económico estuvo impulsado por el consumo privado y una reactivación gradual de la inversión.
Uno de los avances destacados por el FMI fue la mejora en la cuenta corriente, cuyo déficit se redujo al 1,8% del PIB, gracias a mayores ingresos por turismo y remesas. No obstante, el panorama fiscal presenta preocupaciones relevantes.
De acuerdo con el organismo, el déficit fiscal global del gobierno central alcanzó el 6,7% del PIB en 2024, lo que representa un aumento significativo frente al 4,2% registrado en 2023 y supera en más de un punto porcentual la meta establecida en el marco fiscal de mediano plazo. Este resultado se atribuye a una menor recaudación tributaria de la esperada y a un gasto primario que sobrepasó los niveles proyectados, a pesar de los ajustes implementados hacia finales del año pasado.
A esta situación se suma un rezago presupuestal acumulado equivalente al 2,8% del PIB, producto de restricciones de liquidez que el gobierno está intentando regularizar a lo largo de 2025.