El panorama energético de Colombia de cara a 2025 está marcado por un creciente nivel de incertidumbre, según el Centro Regional de Estudios de Energía (CREG). En particular, la seguridad en el abastecimiento de gas natural, esencial para millones de hogares e industrias, podría verse comprometida, especialmente si el clima no favorece la recuperación de los niveles de los embalses, que inciden directamente en la generación de electricidad.
El país se enfrenta a una situación contradictoria: mientras que el gobierno asegura que no habrá problemas en el suministro, las empresas distribuidoras de gas han expresado su preocupación ante la posibilidad de desabastecimiento. Esta discordancia ha generado confusión y preocupación en la población, que depende en gran medida del gas para la producción de energía eléctrica y para el funcionamiento de hogares e industrias.
El Gestor de Mercado de Gas Natural ha propuesto dos posibles escenarios para el suministro de gas en 2025, dependiendo de las condiciones climáticas:
1.Condiciones hidrológicas normales: En este caso, se requerirían 146,4 GBTUD (gigas de British thermal units por día) en contratos firmes, con una oferta firme de 96,9 GBTUD. Esto dejaría un superávit de 18,4 GBTUD, suficiente para abastecer sectores industriales clave como el petroquímico y térmico.
2.Baja hidrología: En este escenario, la necesidad de contratación firme ascendería a 161,1 GBTUD, mientras que la oferta firme caería a 96,9 GBTUD, lo que generaría un déficit de 64,2 GBTUD. Este déficit podría resultar en cortes de energía y problemas para satisfacer la demanda esencial, especialmente en momentos críticos.
Para los expertos, la preocupación principal se centra en este segundo escenario, que plantea un déficit energético crítico y podría poner en riesgo el abastecimiento de gas para actividades prioritarias.
La disponibilidad de gas en Colombia está estrechamente ligada a las condiciones hidrológicas del país. Cuando los niveles de los embalses son bajos debido a la falta de lluvias, la generación de electricidad se ve afectada y aumenta la demanda de gas para las plantas térmicas. Actualmente, los embalses están por debajo de la media de referencia establecida por la CREG, lo que aumenta la incertidumbre para el próximo año.
El Gestor de Mercado realiza una evaluación exhaustiva para determinar si es posible garantizar el suministro de gas en el país. Este proceso implica:
- Identificar las necesidades de contratación firme para cubrir las demandas de los hogares, industrias y otros sectores esenciales.
- Analizar la oferta firme de gas disponible, tomando en cuenta contratos actuales y la producción estimada.
- Comparar los excedentes o faltantes para determinar la capacidad de satisfacer la demanda.
A las dificultades inherentes a las condiciones climáticas se suman las fallas en las proyecciones del suministro. En 2024, la oferta de gas estuvo un 13% por debajo de lo previsto, mientras que la demanda térmica se disparó, lo que dejó al mercado con una capacidad de abastecimiento limitada. Si estas desviaciones se repiten en 2025, el riesgo de un desajuste entre la oferta y la demanda será aún mayor.
Aunque las autoridades han emitido mensajes de calma, los expertos alertan sobre la necesidad de estar preparados ante posibles eventualidades. La contradicción entre los pronósticos oficiales y las preocupaciones de las empresas distribuidoras solo alimenta la incertidumbre. La situación exige una planificación rigurosa y medidas preventivas para evitar que un posible desabastecimiento de gas afecte la estabilidad energética y económica de Colombia en el futuro cercano.