De acuerdo con BBVA Research, las remesas representan el 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe. Crédito foto: Oficina de Grabado e Impresión

Remesas en El Salvador inician 2025 con crecimiento y cifras récord

En enero, el BCR reportó 1,8 millones de operaciones mientras que en febrero incrementó a 1,9 millones de operaciones en remesas.
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San Salvador. El flujo de remesas hacia El Salvador ha registrado un crecimiento notable en los primeros meses de 2025, marcando cifras históricas que reflejan su importancia en la economía nacional.

En enero, el monto promedio de las remesas alcanzó un récord de us$677,1 millones evidenciando un aumento significativo en comparación con períodos anteriores.

En febrero, las remesas registraron otro aumento significativo, alcanzando un total de us$729,3 millones, lo que representa un crecimiento respecto al mismo mes del año anterior. En los dos primeros meses del año ya acumulan us$1.406,4 millones.

Durante los primeros meses del año, más de 2.2 millones de salvadoreños recibieron remesas, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). Del total de beneficiarios, el 56.8% fueron mujeres y el 41.4% hombres.

Estos recursos continúan siendo fundamentales para el consumo de muchas familias, especialmente en sectores rurales, donde las oportunidades económicas son más limitadas.

En enero, el BCR reportó 1,8 millones de operaciones mientras que en febrero incrementó a 1,9 millones de operaciones en remesas.

El impacto de este aumento en las remesas se traduce en una mayor capacidad de consumo, acceso a servicios básicos y dinamización del comercio interno. Sin embargo, la dependencia de estos ingresos sigue representando un reto para la economía salvadoreña, ya que factores externos, como cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos, podrían afectar su flujo en el futuro, tal es el caso de las deportaciones que el país del norte efectúa desde el 20 de enero, con el arribo de Donald Trump.

Ante este panorama, especialistas han señalado la necesidad de fortalecer la inversión y la generación de empleo en el país para reducir la vulnerabilidad ante fluctuaciones en el envío de remesas. Mientras tanto, los primeros meses de 2025 confirman que estos recursos continúan siendo un pilar fundamental en la economía salvadoreña.