San Salvador. El Banco Mundial anunció el pasado viernes que aprobó el financiamiento de us$150 millones para un proyecto geotérmico en El Salvador, con el fin de apoyar «el incremento en la capacidad de generación de electricidad renovable «y el aprovechamiento del calor geotérmico», dice el organismo.
El proyecto denominado «proyecto de energía geotérmica para el desarrollo sostenible e inclusivo en El Salvador», pretende desarrollarse en seis años y buscará aprovechar el calor generado por la energía geotérmica para «usos directos» como el secado de alimentos.
El implementador del proyecto será LAGEO, una empresa estatal, que produce electricidad, e instalará una central geotérmica de hasta 25 megavatios en el campo geotérmico de Chinameca, que se conectará a la red nacional.
Este proyecto en el campo geotérmico permitirá empleos en las comunidades aledañas del oriente.
«El compromiso del gobierno es garantizar que todos los salvadoreños tengan acceso a energía limpia y asequible. Este proyecto financiado por el Banco Mundial es un paso importante para fortalecer nuestro sistema energético y promover el desarrollo sostenible e inclusivo», dijo el presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), Daniel Hernádez.
El Salvador tiene dos centrales geotérmicas, una ubicada en Ahuachapán, en el occidente salvadoreño y otra en Berlín, al oriente del país.
La geotermia es el calor de la tierra, un fenómeno natural asociado a la actividad volcánica, y aunque no estén conectados a una cámara magmática, el calor proviene de esta. En El Salvador este fenómeno está a lo largo del país y su cadena volcánica (el país tiene más de 200 volcanes) que poseen campos geotérmicos conocidos como los Ausoles de Ahuachapán, El Tronador en Berlín, y los infiernillos de San Vicente.
En 2021, el presidente Bukele aseguró que explotaría este potencial del volcán inactivo de Conchagua para generar energía y minar bitcoin, una criptomoneda que desde ese año es moneda legal en el país.
Además de la geotermia, la matriz energética salvadoreña se compone por la energía hidroeléctrica, térmica, búnker, solar y eólica.