El dato turístico del primer trimestre, que habitualmente muestra un comportamiento peor que el segundo y tercer trimestre debido a los rigores del invierno, anticipa un año histórico y confirma la superación del desierto turístico que representaron los dos primeros años de pandemia.
Las estimaciones apuntan a que se cerrará el mes de abril con 25 millones de turistas, según las previsiones del Ministerio de Industria y Turismo. De confirmarse, este dato supondría un incremento de 4 millones de personas sobre el mismo periodo de 2023, un año que ya batió récords.
En el conjunto del año pasado España acogió a 85 millones de visitantes, una cifra superior al mejor dato de la serie histórica registrado en 2019.
Si la tendencia no decae, 2024 podría ser incluso un ejercicio más positivo que el año precedente. El sector acaricia la idea de alcanzar este o el próximo año la cifra legendaria de los 100 millones de turistas, una barrera que permitiría a España disputar a Francia el liderazgo mundial como país con mayor afluencia turística del mundo.
Esta mejora no solo es cuantitativa respecto al número de llegadas, sino también en cuanto a los ingresos generados. Según reflejan los datos de la balanza de pagos ofrecidos por el Banco de España, el turismo generó en 2023 us$ 90,000 millones, nada menos que un 22% más que durante el año 2022.
Las estadísticas mencionadas confirman el excelente clima de optimismo que comparten tanto las empresas turísticas como las asociaciones de empresarios hoteleros, conscientes de que España vive una época dorada turística, a pesar de los efectos en precios y desaceleración provocados por la guerra en Ucrania.
El sector turístico es el principal activo de la economía nacional, y su peso también es creciente en la generación de empleo. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la actividad turística del pasado año generó us$ 190.000 millones, equivalentes al 12,8% del PIB«, una cifra también inédita hasta ahora.