«Para los próximos cuatro años esperamos llegar a 50 locales en Estados Unidos, y aspiramos vender la compañía a un fondo de inversión en us$200 millones»: Paola Bornacelli.

Paola Bornacelli, la empresaria latina que conquista Florida y coquetea a Disney con café colombiano

Bornacelli, creadora de CFS Coffee for the soul, llegó a los Estados Unidos con un sueño, creó su primera tienda de café hace poco menos de nueve años y hoy cuenta con al menos 20 tiendas en el país. Paola Bornacelli, de origen colombiano, ahora quiere expandir su negocio y guiar a más latinos a emprender en la Unión Americana.
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Paola Bornacelli, que aunque su apellido tiene acento italiano, es una colombiana que conquista el paladar de miles de estadounidenses con el café de origen. Esta cachaca, como le llaman a los oriundos de Bogotá, llegó en 2016 a Florida, el famoso estado del sol, “con una mano adelante y una atrás”. Su basta experiencia en la industria cafetera fue su mayor tesoro y la habilidad con la que logró hoy a sus 47 años crear 20 tiendas de café en varios estados del país e incluso coquetear con Disney, el gigante del entretenimiento de la Unión Americana.

Bornacelli es una destacada empresaria presidenta y fundadora de Klav Enterprise Group, un conglomerado que reúne 26 empresas líderes en los sectores de alimentos, bebidas y bienes raíces.

Stornia entrevistó a esta latina que busca convertirse en referente de emprendimiento para otros latinos que como ella, sueñan con dominar el mercado estadounidense.

¿Cómo nace la idea de crear un coffee shop?

Llevo en el negocio del café 20 años. Yo empecé en Colombia, estudié Administración Hotelera y Turística. Empecé en tiendas Juan Valdés en el año 2005, inicié como asistente administrativa y ahí hice toda mi carrera, me convertí en administradora, luego en coordinadora de entrenamiento, después como gerente de entrenamiento en Ecuador. De ahí regresé a Colombia y estuve un tiempo en Oma (la competencia de Juan Valdés) como gerente de operaciones y ya de ahí pues me independicé en el año 2010.

Inicié como mentora para las personas que querían montar sus tiendas de café, estuve involucrada en la creación de 56 locales para diferentes marcas y ahí es donde ya nace la idea de hacer una sola marca que fuera un modelo de replicable CFS Coffee en Colombia como modelo de franquicia. Alcancé a hacer cuatro locales antes de venir a Estados Unidos.

El primer local lo abrí en el 2016, sin conocer nada, el segundo local lo abrimos en el 2018, a finales de ese año me conceden la licencia para hacer franquicia. Luego creamos el tercer local como franquicia, ahí llega la pandemia.

Nos volvimos socios de los locales para evitar que las franquicias desaparecieran en medio de la turbulencia por el coronavirus. Bajo esa modalidad montamos el cuarto y quinto local. Llegamos hasta el séptimo local en ese modelo de socio y de ahí en adelante, pues ya nos damos cuenta que ese modelo tampoco es tan rentable porque lo estábamos haciendo entre cuatro personas, pero solamente yo operaba.

Entonces decido comprarle a los socios los locales y pues a recuperar participación. Continuamos con la expansión y ya vamos en la número 20 muchas en Florida y una en Chicago, Illinois, contamos con el 87% de participación en los locales. Ahora la manera como funciona es que sigue siendo un modelo de franquicia y nosotros somos dueños del porcentaje más alto con un par de inversionistas, ellos son inversionistas pasivos. Nosotros tenemos la operación, ya se monta toda una estructura corporativa para poder operar los locales y en ese ritmo vamos a continuar ya con esa participación más alta y el mismo sistema s va dando el dinero para montar los siguientes locales y la idea es llevar la expansión a 50 locales.

 

¿Cuál fue el reto mayor como migrante para crear empresa en los Estados Unidos?

Yo me vine solita a Estados Unidos porque pues en ese momento nadie daba un peso por mi idea entonces no me compraron la idea, me vine adelante yo sola, con el tiempo se trasladó mi esposo y mi hijo vinieron a ayudarme, ya nos instalamos acá. Lo más retador fueron los permisos, las licencias en Colombia son muy fáciles, abrir un negocio no es tan complejo, acá en Florida tienes que pasar como por 30 licencias antes de poder abrir un local.

Nos demoramos siete meses en abrir el primer local porque todo era de permiso en permiso y son licencias que piden prerrequisitos y otras licencias. Entonces eso fue muy duro. Éramos nuevos acá en el mercado y debíamos apuntar al gusto de los norteamericanos. El 90% de nuestros clientes son americanos, ellos aprecian mucho el café colombiano.

Nosotros tenemos algunos productos que son de pastelería y panadería colombiana, pero el menú es versátil, diseñado para el gusto de los americanos. Fue como una evolución de acuerdo a lo que los clientes iban pidiendo.Tenemos un warehouse que es el que abastece todos los locales en el país.

«Sí falta un poco de apoyo a los emprendedores latinos, en el sentido que le cuesta mucho a la gente poder importar sus productos, por ejemplo, hay problemas de logística, es demasiado costosa», Paola Bornacelli.

¿Cuánto fue la inversión inicial para ese primer negocio y actualmente en cuánto está valorada la compañía, que además coquetea con Disney?

El primer local que nosotros montamos nos costó us$180.000 eso fue en el año 2016 antes de la pandemia. Acá en Orlando un local no baja deus $600.000 montarlo. Ahora bien, en nuestro primer año hicimos una venta de us$48.000 y ya en 2024 llegamos a us$10 millones. Ha sido una expansión bien acelerada porque en realidad empezó a crecer en el 2020 durante la pandemia fue una oportunidad, a pesar de que mucha gente estaba cerrando negocios.

Actualmente estamos ubicados en Celebration, entramos al área donde viven los ejecutivos de Disney y para poder estar allí fue un proceso que tuvo que ser aprobado por Disney propiamente, y eso es un primer paso. Estamos ubicados en las mejores áreas de Orlando, eso ha sido también como otro de los de los secretos del éxito porque nos hemos ubicado en áreas muy exclusivas de la ciudad.

¿Cuál es el futuro de CFS, Coffee for the Soul?

Ahora estamos aplicando para entrar a los Aeropuertos en Florida, es una marca local conocida.

Para los próximos cuatro años esperamos llegar a 50 locales en Estados Unidos, y aspiramos vender la compañía a un fondo de inversión en us$200 millones.

Me quiero dedicar a las mentorías para migrantes que quieran emprender en este país, yo también soy coach de negocios. Planeo dedicarme a hacer crecer este universo CFS Coffee for the Soul, hemos creado CFS University que involucra todo un pensum educativo, con una división de CFS Market, una tienda online donde vendemos mochilas, cafés, tazas pintadas a mano y por supuesto CFS Boutique que involucra artesanías colombianas.

También creé una fundación en Colombia para niños con cáncer y de bajos recursos. Atendemos a 5.000 menores y proveemos la alimentación, educación, y acceso a medicinas en diferentes ciudades y en eso quiero enfocarme.

¿Hay o hubo apoyo consular, embajada colombiana u organizaciones latinas en el proceso de creación y expansión de negocio en Estados Unidos?

En cuanto a los consulados, a mí siempre me ha apoyado el consulado de Colombia, independientemente del cónsul que esté, no en un sentido económico pero sí cuando hacemos eventos.

En cuanto a la Cámara de Comercio nosotros estamos afiliados a la Cámara de Comercio hispana hace tres años y ellos nos invitan a networking, a participar en eventos de capacitación, etc.

Pero sí, falta un poco de apoyo a los emprendedores latinos, en el sentido que le cuesta mucho a la gente poder imputar sus productos, por ejemplo, hay problemas de logística, es demasiado costosa en países de América Latina. Por ejemplo, hay mucha gente en Colombia que tiene empresas pequeñas con talentos increíbles en artesanía, pero no pueden exportar porque es una serie de requerimientos de volúmenes y cosas que no están preparadas, el problema está más en Colombia que aquí. La importación de producto nos ha dado dolor de cabeza porque se encarece absolutamente todo, termina siendo más cara la logística que el producto.

 

¿Qué le aconseja a esos latinos o extranjeros que piensan crear un negocio en Estados Unidos?

Lo primero que le diría es que se asesore muy bien con un abogado migratorio, que sea quien le gestione sus documentos. También asesorarse con organizaciones que apoyen emprendimientos en cada estado, porque de los países de Latinoamérica a este país es muy diferente, por ejemplo la parte contable, el tema tributario es diferente.

Es muy importante que investiguen bien, que se eduquen porque mucha gente se viene a la loca y pierden dinero porque invierten en negocios que no conocen. Entonces todo lo que se vayan a comprometer sea con buena información. Aquí hay mucha protección, los contratos son muy fuertes, por ejemplo a la hora de arrendar un local, es importante tener una abogado de negocios, también es necesario tener un buen contador, la gente muchas veces termina pagando unos impuestos carísimos por no tener un buen asesor tributario. Todo el que esté involucrado en estos procesos deben ser personas certificadas, que les responda en caso de algún error o daño. Hay que tener una ruta correcta.