Jerome Powell puede respirar, al menos por ahora. La narrativa de la «desinflación inmaculada» se ha fracturado, pero el milagroso escenario de ricitos de oro de la Reserva Federal parece volver a encarrilarse.
Los datos de abril mostraron un enfriamiento del IPC, subiendo un 3,4% respecto al año anterior, mientras que los precios subyacentes registraron su menor aumento en tres años. Por otro lado, las ventas minoristas cayeron inesperadamente, lo que sugiere que los consumidores están apretándose el cinturón.
Esta combinación de datos ha sido recibida con optimismo por los mercados, que ven en ella un posible escenario de «aterrizaje suave» para la economía. Los tres índices principales cerraron el miércoles en máximos históricos, impulsados por la esperanza de que la Reserva Federal comience a flexibilizar su política monetaria en septiembre.
La esperanza de recortes de tasas impulsa los mercados
Las últimas cifras por sí solas no dictarán la política de la Reserva Federal, pero respaldan las expectativas de que el banco central reduzca las tasas de interés más temprano que tarde. Esto, a su vez, está alimentando la confianza de los inversores y impulsando los precios de las acciones.
El S&P 500, por ejemplo, ya ha cerrado 24 máximos históricos en 2024, en gran parte debido a la especulación sobre recortes de tasas. Si Powell confirmase abiertamente que los recortes son inminentes, es difícil predecir hasta qué punto podrían subir las acciones.
«La Reserva Federal ha indicado que ha terminado de aumentar las tasas de interés para este ciclo económico», señaló James Royal, analista de Bankrate. «Si bien las tasas pueden permanecer ‘más altas por más tiempo’, los inversores esperan que el único lugar hacia donde pueden moverse es hacia abajo. Esta expectativa está ayudando a poner un piso bajo el mercado y la simple anticipación de tasas más bajas está impulsando las acciones».
¿Qué sigue?
La narrativa de la desinflación inmaculada aún no está muerta, pero las últimas cifras sugieren que la Reserva Federal tendrá que caminar con cuidado para lograr un aterrizaje suave. La clave estará en calibrar el ritmo de la flexibilización monetaria para enfriar la inflación sin sofocar el crecimiento económico.
Los próximos datos económicos y las declaraciones de la Reserva Federal serán cruciales para determinar la trayectoria del mercado en las próximas semanas y meses.
