Bloomberg Línea — El precio del dólar en Latinoamérica podría seguir moviéndose en función de la política monetaria de la Fed, el desempeño de las economías locales y el contexto de las materias primas, a medida que la cesta de las principales divisas de la región pierde terreno frente a la moneda estadounidense.
Si bien “es probable que el dólar siga fuerte en América Latina hasta fin de año”, si la Fed relaja su postura en el corto plazo “podríamos ver una ligera apreciación de las monedas latinoamericanas”, dijo a Bloomberg Línea la analista financiera Lucía Chardin. “Sin embargo, mientras la inflación y el crecimiento en EE. UU. continúen siendo relevantes, el dólar podría mantenerse como la moneda dominante en los mercados emergentes de LatAm”, explicó la analista de la firma de análisis GHTrading.
Expone que el dólar sigue siendo la moneda preferida por muchas de las economías latinoamericanas como refugio frente a la inestabilidad política y económica que enfrentan. “Esto es lo que continuará fortaleciendo mayormente al dólar frente a las monedas locales”, explicó Diego Camacho, economista sénior del holding financiero Credicorp Capital, explica a este medio que si bien se suele considerar que los recortes en la tasa de la Fed debilitan el dólar y fortalecen las monedas emergentes, los datos muestran que cualquier retroceso del dólar es de corto plazo. “No hay ninguna evidencia de que eso tenga asidero ni para el mediano ni el largo plazo”.
Desde 2008, indicó, los recortes en la tasa de la Fed han incrementado la oferta de dólares, pero a la vez los mercados emergentes han aumentado su demanda de esa divisa para operaciones de financiamiento y apalancamiento, dijo. Durante la pandemia, la Fed también expandió masivamente la oferta de dólares, pero esto no fortaleció significativamente las monedas latinoamericanas.
A pesar de “un aumento de la liquidez global como el que se podría esperar con el ciclo de recortes de la Fed, y lo que eso significa para ciclos de recortes de otros bancos centrales en general, los flujos de inversión de portafolio que vienen acompañados con esta ampliación de la liquidez no alcanzan a debilitar la tendencia estructural de depreciación de nuestras monedas. Eso, en último, está relacionado con la estructura política y social, y con la estructura de ganancias de productividad de las economías de América Latina”, dijo.