Bloomberg Línea dialogó en exclusiva con Julien Houdain, head of Global Unconstrained Fixed Income (director global de Renta Fija Sin Restricciones) en Schroders, firma financiera que cuenta con US$978.000 millones de activos bajo gestión a nivel mundial, quien aportó su mirada respecto del mercado mundial de bonos, la estrategia de cara a los comicios electorales de Estados Unidos, los temores respecto del gasto en Latinoamérica y las oportunidades en emergentes, entre otros temas.
En los últimos días, hemos visto que los tipos de interés del Tesoro estadounidense han vuelto a subir y quisiéramos saber: ¿qué está valorando el mercado?
Los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos han fluctuado, tomando como referencia el período de los últimos 10 años, del 3,62% al 4,25% hasta la fecha, eso equivale a descontar tres recortes a lo largo del resto de 2024, en comparación con hace unas semanas. Los movimientos comenzaron cuando los mercados observaron los avances de Donald Trump en las encuestas electorales, con el mercado viendo muy claramente el potencial de más crecimiento, pero también más inflación, mayores déficits, y esto es negativo para el mercado del Tesoro. Además, el mercado no sabe cuán limpia será la posible transición de demócratas a republicanos, así que está preocupado y está comenzando a poner en precios esa incertidumbre. Esto probablemente recuerda a algún tipo de nerviosismo respecto a las elecciones pasadas de Trump (de 2016), lo cual de nuevo no sería lo mejor para el mercado de bonos del tesoro americano.
¿Qué estrategia de bonos estadounidenses prioriza en este momento?
La estrategia respecto a los bonos estadounidenses es mantener una exposición limitada, ya que nos preocupa la revalorización de los bonos del Tesoro. Esto está vinculado a las probabilidades de que Trump gane las elecciones, considerando que hace tres semanas su apoyo en las encuestas estaba por debajo del 50% y ahora supera el 60%, lo cual refleja la debilidad reciente observada en el mercado del Tesoro. Adoptamos una posición conservadora en bonos del Tesoro de Estados Unidos, especialmente dentro de las carteras globales, y preferimos una exposición a deuda soberana en Europa, donde observamos un proceso de desinflación más claro y un panorama macroeconómico más débil que en Estados Unidos Este contexto es mucho más favorable para los bonos soberanos.
A nivel de deuda corporativa, ¿cree que ha llegado el momento de elegir calidad o rendimiento?
La respuesta sería calidad, creo que es un buen tema en el mercado de renta fija en este momento, donde se puede generar una buena renta para los clientes, pero no necesariamente asumir demasiado riesgo adicional. Normalmente, cuando el mercado está muy fuerte, como hemos visto recientemente con el mercado de renta variable cerca de máximos históricos y los diferenciales de crédito en máximos históricos, en este tipo de mercado se tiende a reducir el riesgo. Hoy es un entorno muy diferente, en el que se pueden encontrar focos de valor en diferentes conjuntos de activos. Estoy pensando en el crédito de grado de inversión a corto plazo, por ejemplo, y al utilizar este tipo de activos puedes seguir obteniendo un rendimiento que está muy cerca del 6% para algo que sería de calidad muy alta en términos de grado de inversión. Yo diría calidad, porque el rendimiento tiene un precio y muchos de los mejores resultados para la economía mundial con respecto a un soft-landing perfecto ya están tasados en el mercado. El dinero fácil ha quedado atrás.
Teniendo en cuenta la renta fija y la renta variable, ¿qué clases de activos cree que podrían beneficiarse de una victoria de Donald Trump y cuáles de una victoria de Kamala Harris?
La victoria de Donald Trump probablemente beneficiaría al mercado de renta variable, impulsado por sus planes de reforma fiscal, que podrían estimular el crecimiento económico en general, lo cual sería positivo para las acciones. En cambio, las políticas económicas de Harris son menos claras; sin embargo, si gana, es probable que enfrente un Congreso dividido, lo que limitaría la posibilidad de una relajación fiscal significativa. Esto sería más favorable para la renta fija, ya que una gran relajación fiscal suele ser una preocupación para los bonos y no tan beneficiosa para las acciones.
Un posible riesgo con Trump son sus políticas de inmigración. La inmigración ha sido clave para el crecimiento en Estados Unidos en los últimos dos años, ayudando a cubrir muchos empleos y contribuyendo al consumo en el PIB mediante el gasto de los inmigrantes. También ha aliviado la inflación al aumentar la oferta de mano de obra, siendo un factor importante en el soft-landing de la economía hasta ahora. Si se reduce el flujo migratorio, podría haber escasez de trabajadores, lo que presionaría al alza la inflación, en contraste con una posible gestión de Harris. En resumen, la renta variable podría beneficiarse con ambos, aunque probablemente más con Trump debido a su enfoque en el crecimiento. En cuanto a la renta fija, sería más favorable bajo Harris, ya que sus reformas generarían menos presión inflacionaria y menos riesgo en los déficits presupuestarios que los planes de Trump.