El alivio fue efímero. Tras la histórica subida del miércoles impulsada por el anuncio de Donald Trump de una pausa temporal de 90 días en los aranceles recíprocos, Wall Street abrió a la baja este jueves, arrastrada por la desconfianza en la sostenibilidad del movimiento y la persistencia del conflicto con China, para quien las tarifas se elevan al 145%.
La reacción de los mercados y el trasfondo político
Según analistas de Bankinter, el presidente estadounidense no reaccionó al desplome de acciones ni al petróleo, sino a la venta masiva de bonos del Tesoro estadounidense, lo que habría sido la verdadera línea roja para su estrategia.
«La venta masiva aumentó la presión hasta un punto que se volvió insoportable incluso para Trump», explicó Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank.
Los aranceles siguen vigentes y la incertidumbre no cede
A pesar del impasse anunciado, los aranceles universales del 10% continúan, así como las tarifas del 25% a los automóviles no fabricados en EE.UU. La guerra comercial con China sigue sin resolverse y la volatilidad domina los mercados.
Bankinter advierte que “la dificultad para estimar el impacto final en crecimiento e inflación mantendrá la preferencia por activos de bajo riesgo”.
China: una pieza clave para empresas globales
“China sigue siendo un mercado clave para empresas como Apple y Nike”, recordó Ozkardeskaya. Aunque los inversionistas celebran esta tregua temporal como una oportunidad para reorganizar cadenas de suministro, el riesgo sistémico no ha desaparecido.
“No descorchemos el champán todavía. La incertidumbre ya ha afectado a las empresas”, concluyó.