«Queríamos ayudarlos, no penalizarlos»: Trump suaviza aranceles al sector automotriz

El presidente estadounidense decidió firmar unos acuerdos con el fin de relajar parcialmente el impacto de su política arancelaria. Los fabricantes que pagan los aranceles automotrices no tendrán que pagar otro tipo de tarifas, siempre y cuando sus productos cumplan con las reglas de origen del T-MEC.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló del acuerdo destinado a aliviar los aranceles que afectan a la industria automotriz, considerando esta medida como una ayuda de corto plazo para el sector durante su proceso de transición.

En declaraciones a la prensa en camino a Michigan, para la celebración de los primeros 100 días de su segundo mandato, Trump explicó que la finalidad es brindar apoyo temporal, evitando penalizaciones si los fabricantes enfrentan dificultades para conseguir piezas.

“Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición, a corto plazo. Si no consiguen piezas, no queríamos penalizarlos”, sostuvo.

¿Cómo será el plan?

Actualmente, los aranceles sobre importaciones de autos se mantienen en un 25%. Estas tarifas  comenzaron a aplicarse a principios de abril y generó incertidumbre en el rubro que sostenía que la medida afectaría la producción y exportación de vehículos, además de generar un sobrecosto.

Ahora, el presidente estadounidense decidió firmar unos acuerdos con el fin de relajar parcialmente estos aranceles aplicados a las importaciones automotrices, medida que pretende mitigar el impacto, favoreciendo la revitalización de la producción interna.

Los fabricantes que pagan los aranceles automotrices no tendrán que pagar otro tipo de tarifas, siempre y cuando sus productos cumplan con las reglas de origen del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).

El plan también contemplará un reembolso progresivo para las empresas que fabriquen sus vehículos en Estados Unidos, comenzando con un 15% en el primer año y reduciéndose a un 10% en el segundo, con el fin de dar tiempo a las compañías para trasladar la producción de partes al país.

La medida incluye tanto fabricantes nacionales como extranjeros con operaciones en territorio estadounidense.

Países como Alemania, Japón, México y Canadá son los principales afectados por estos gravámenes, aunque en el caso de México y Canadá, algunas partes están exentas temporalmente.

El mencionado acuerdo es calificado por el entorno del presidente como una gran victoria dentro de su política comercial.