La caída del puente Francis Scott Key obligó el cierre inmediato del puerto de Baltimore, una de las terminales marítimas más importantes de los Estados Unidos, causando la pérdida de miles de empleos y problemas de logística que afectaron a millones de personas. Foto: Departamento de Transporte de EE.UU..

El impacto económico del colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore se siente en Estados Unidos y el mundo

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El pasado 26 de marzo, alrededor de la una de la mañana, el mundo recibió con asombro la noticia del colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore, Estados Unidos, luego de ser impactado por el portacontenedores MV Dalí, que partía con destino a Sri Lanka. El incidente causó la muerte de seis personas, todos migrantes de origen latinoamericano que hacían mantenimiento a la estructura en el momento del accidente.

La caída del puente Francis Scott Key obligó el cierre inmediato del puerto de Baltimore, una de las terminales marítimas más importantes de los Estados Unidos, causando la pérdida de miles de empleos y problemas de logística que afectaron a millones de personas.

El puerto de Baltimore en el estado de Maryland genera cerca de us$3.3 millones en ingresos personales totales y sustenta 15.000 empleos directos y 140.000 empleos indirectos. Por esta terminal pasan decenas de miles de embarcaciones que mueven millones de dólares en carga cada año. También genera más de us$395 millones en impuestos y us$2.6 mil millones en ingresos comerciales.

El Puerto de Baltimore es el noveno puerto más grande de Estados Unidos en términos de volumen comercial general. Atiende a más de 50 transportistas marítimos que realizan casi 1.800 visitas anuales. Maneja carga que incluye automóviles, maquinaria, equipos agrícolas, gas natural licuado y azúcar. En 2023, el puerto manejó alrededor de 50 millones de toneladas y us$80.000 millones en carga entre Estados Unidos y otros países.

La industria más afectada por el colapso del puente Francis Scott Key es la automotriz. Baltimore es el principal puerto de importación de vehículos de Estados Unidos, con más de 840.000 vehículos y camiones ligeros procesados allí solo en 2023. Los fabricantes de automóviles europeos, como BMW y Mercedes-Benz, tienen instalaciones dentro y alrededor de esta terminal para manejar los envíos de vehículos.

También es el segundo punto más importante para las exportaciones de carbón. Casi el 20 por ciento de las exportaciones de este commodity de Estados Unidos pasan por Baltimore.

Los efectos del cierre del puerto de Baltimore

Mientras las autoridades trabajan a toda máquina para reabrir el puerto, los efectos de la paralización de actividades se sienten en todo el país. De acuerdo con Marty Durbin, vicepresidente senior de Políticas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos «ya estamos viendo cómo barcos de carga están buscando otros destinos para atracar, están buscando otros puertos tan lejos como en la costa oeste del país, entonces vamos a ver incrementos en los costos del transporte por carretera, así como afectaciones a las cadenas de suministros de la industria automotriz. Los impactos a largo plazo aún están por determinarse”.
David Trone, congresista de la Cámara de Representantes por el estado de Maryland, dijo que los funcionarios estatales y federales estimaron que el cierre del puerto le costaría a la economía hasta 15 millones de dólares por día.

Es probable que las pérdidas derivadas del colapso del puente afecten también al sector de seguros. La semana pasada, Bloomberg informó que las aseguradoras marítimas, muchas ubicadas en Londres, podrían enfrentar reclamaciones hasta por us$3.000 millones, incluidas reclamaciones por daños al propio puente, responsabilidades por muertes por negligencia y perturbaciones en los negocios causadas por el cierre del puerto.

En una reciente rueda de prensa, el gobernador de Maryland, Wes Moore definió el colapso del puente Key como “una crisis global» y afirmó que «la economía nacional y la economía mundial dependen del Puerto de Baltimore». Por ahora los equipos que trabajan en el río Patapsco para despejar la estructura de acero y el carguero que lo derribó se enfrentan a «un trabajo increíblemente complejo”, “esencial para reabrir el puerto de Baltimore”, dijo el gobernador.

Estados Unidos abre investigación penal a nivel federal

El choque del buque que destruyó el puente Francis Scott Key de Baltimore está siendo investigado a nivel federal. El FBI y la Guardia Costera dirigen una investigación penal sobre la tragedia para establecer si la tripulación sabía y no informó de un problema anterior con el buque antes de partir.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte ha estado investigando por qué la embarcación de 96 millones de kilos y con más de 9.000 contenedores a bordo, perdió potencia y se estrelló contra el puente de 47 años de antigüedad. La investigación se ha centrado en los equipos de la sala de máquinas.

El gobierno Biden informó que otorgará una financiación inicial a Maryland por us$60 millones. Esta ayuda de emergencia cubrirá «la movilización, las operaciones y la recuperación de escombros», dijeron las autoridades.

La reconstrucción del puente

De acuerdo con expertos, la reconstrucción del puente Francis Scott Key podría tomar entre 18 meses y varios años, y el costo podría oscilar entre us$400 millones y us$1.000 millones.

Todo depende de factores que aún se desconocen en gran medida. Van desde el diseño de un nuevo puente hasta la rapidez con la que los funcionarios gubernamentales puedan aprobar permisos y adjudicar contratos.

Los menos optimistas afirman que la reconstrucción del puente podría tardar al menos siete años. Ben Schafer, profesor de ingeniería de la Universidad Johns Hopkins afirmó que el proyecto podría tardar entre cinco y siete años en ser una realidad.

«El tiempo de entrega de equipos de aire acondicionado en este momento para la renovación de una casa es de unos 16 meses, ¿verdad?», dijo Schafer. Continuó: “¿Entonces es como si me estuvieras diciendo que van a construir un puente completo en dos años? Quiero que sea verdad, pero creo que empíricamente no me parece bien”.