El profesor Paul Winter, de la Universidad de Notre Dame, durante su ponencia durante el seminario «Innovación agrícola para la seguridad alimentaria en el contexto del cambio climático en América Latina y el Caribe», llevado a cabo durante la Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), abordó diversas perspectivas sobre la relación entre la agricultura, el cambio climático y la seguridad alimentaria en la región.
Winter señaló que, en los últimos años ha habido un cambio notable en la percepción de la agricultura, especialmente con respecto al cambio climático, que ahora ocupa un lugar central en los debates.
El profesor destacó la importancia de entender las dos perspectivas que existen sobre este tema. Por un lado, mencionó la visión histórica, a menudo presentada por economistas como él mismo, que ha considerado la agricultura como un elemento crucial para el desarrollo económico. Por otro lado, mencionó la emergencia de una nueva narrativa centrada en los sistemas alimentarios y la necesidad de una transformación inclusiva.
Winter también hizo hincapié en los desafíos que enfrenta la agricultura debido al cambio climático, señalando que este fenómeno no solo afecta la producción agrícola, sino que también contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero en la región.
«El cambio climático es un problema mayor de lo que pensábamos», afirmó Winter, enfatizando la necesidad de transformar la agricultura para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
El profesor Winter concluyó su ponencia argumentando a favor de la innovación como clave para abordar los desafíos planteados por la agricultura, el cambio climático y la seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe.
«La mejor forma de resolver esto es a través de la innovación, pero haciendo innovación de manera diferente de lo que hicimos en el pasado», sostuvo Winter, instando a adoptar enfoques innovadores y adaptativos para enfrentar los retos actuales.
«El problema es que precisamos ganar productividad. ¿Cómo reconciliar entonces la agricultura de bajo insumo con ganancias en productividad? Son esos insumos los que nos llevan a tener mayor ganancia en la productividad», planteó Winter, señalando un dilema fundamental en el ámbito agrícola.
Winter también abordó el tema del comportamiento del consumidor y su impacto en la seguridad alimentaria y el cambio climático. Hizo referencia a un informe reciente que destacó la ineficacia de hacer que las personas se sientan culpables por sus elecciones alimentarias.
«Hay un informe que se publicó hace un par de semanas que dijo que para los Estados Unidos, hacer con que la gente se sienta culpable por comer carne o cosas malas para el planeta no funciona. No hace con que la gente cambie su comportamiento», explicó Winter, subrayando la necesidad de adoptar enfoques innovadores para promover una alimentación más sostenible.
En cuanto a la innovación agrícola, Winter enfatizó la importancia de adoptar enfoques adaptativos y diferenciados. Se refirió a diversas tecnologías emergentes, como la agricultura digital y la agricultura de precisión, destacando su potencial para abordar los desafíos actuales de manera más efectiva.
«Las innovaciones son diferentes de las del pasado. Antes era una semilla que resistía la seca y funcionaba. Pero cuando hablamos de agricultura digital, agricultura de precisión, las cosas no son tan directas», explicó Winter, resaltando la complejidad y diversidad de las nuevas tecnologías agrícolas.
Para Winter, la clave para escalar estas innovaciones radica en encontrar formas efectivas de colaboración entre el sector público y privado, así como en mejorar la accesibilidad y adaptabilidad de estas tecnologías para los agricultores.
«La tendencia es dejar con que el sector privado se encargue o vamos a dar donaciones y pagar a innovadores… Hay otras alternativas», concluyó Winter, instando a explorar modelos de colaboración más dinámicos y efectivos para impulsar el desarrollo agrícola sostenible en la región.