La decisión, que se espera se complete en los próximos cinco años, se debe en parte a la búsqueda de la empresa de reducir costos operativos y evitar las estrictas leyes regulatorias de California. Aunque Chevron no ha proporcionado detalles sobre su decisión, la empresa ha sido objeto de múltiples demandas por daños ambientales y a la salud pública, así como críticas de activistas ambientales.
El presidente y CEO de Chevron, Mike Wirth, y el vicepresidente Mark Nelson se mudarán a Houston antes de finales de 2024, mientras que otras operaciones corporativas se trasladarán gradualmente en los próximos años. Sin embargo, la empresa ha asegurado que algunos puestos permanecerán en las oficinas de San Ramon, especialmente aquellos necesarios para apoyar sus operaciones en California.
La noticia no ha sorprendido a muchos, ya que Chevron se une a una creciente lista de empresas que han abandonado California en busca de un entorno más favorable para sus operaciones. Entre ellas se encuentra SpaceX y X, propiedad de Elon Musk, que también han anunciado su traslado a Texas en los últimos meses.
«California ha sido un líder en el fomento del desarrollo de petróleo y gas, pero sus tribunales locales no tienen un papel constructivo o constitucionalmente permisible en la elaboración de políticas energéticas globales», afirmó un portavoz de Chevron en respuesta a una demanda del estado de California por daños ambientales y a la salud pública.
La decisión de Chevron de abandonar California es un golpe para el estado, que ha sido un importante centro para la industria petrolera durante décadas.