EE.UU. prepara norma que obligaría a aerolíneas a compensar en efectivo por sus retrasos

Los reclamos de pasajeros contra las compañías aéreas estadounidenses se han cuadruplicado en los últimos cuatro años; en 2023 se registraron algo más de 61.000
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Si ha volado en vuelos nacionales en EE.UU. en los últimos cuatro años, es probable que se haya enfrentado al menos a uno o dos retrasos o cancelaciones de vuelos -o peor aún, a cortes completos del sistema- y se haya encontrado pagando la factura, sin recurso alguno por parte de las aerolíneas.

Pero hay un alivio potencial en el horizonte: La administración Biden está trabajando a toda máquina en una propuesta de norma que obligaría a las aerolíneas estadounidenses a indemnizar a los pasajeros por cancelaciones o retrasos controlables de tres horas o más. Es posible que se publique ya en enero de 2025 y se espera que cambie las reglas del juego para los pasajeros y la industria de la aviación estadounidenses.

“No se trata de algo radical; como país, llegamos tarde a este asunto”, afirma Michael Negron, asistente especial del Presidente para política económica en la Casa Blanca, en una reunión a la que solo se puede asistir por invitación, celebrada en Washington el 10 de septiembre de 2024. Este plan de compensación propuesto significaría que las aerolíneas estadounidenses tendrían que abonar una cantidad fija en metálico a cada pasajero de un vuelo interrumpido, además de una compensación por comidas y alojamiento.

Todavía se están elaborando los detalles y las cantidades exactas. En la Unión Europea (UE) existe desde hace 20 años un régimen similar, aplicable a las aerolíneas estadounidenses cuando operan a escala internacional. Las normas de la UE obligan a las compañías aéreas a indemnizar a los viajeros con entre US$275 y US$660 por cancelaciones y retrasos prolongados controlables, en función de la distancia del vuelo.

“Cuando una aerolínea cancela un vuelo por problemas mecánicos o de personal, los pasajeros deben recibir una compensación por sus molestias”, afirma el senador Edward Markey (demócrata de Massachusetts), miembro del Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado estadounidense. Ya existen normas de compensación por retrasos en otros países como Canadá, India, Arabia Saudita, Turquía, Brasil y China, y Australia está a punto de aprobar una este año, afirma Tomasz Pawliszyn, CEO del grupo europeo de defensa de los derechos de los consumidores AirHelp, que ha asesorado al gobierno estadounidense.

Si las aerolíneas optaran por repercutir el costo de estas posibles devoluciones a los pasajeros en el precio del billete, ascendería a menos de 1 euro o 1 dólar por billete, añade. Los reclamos de los pasajeros contra las compañías aéreas estadounidenses se han cuadruplicado en los últimos cuatro años, alcanzando un récord en 2023 con algo más de 61.000 presentadas.

“Las quejas en 2023 aumentaron un 29% a pesar de que el volumen de pasajeros solo creció un 11%; eso refleja lo enfadada que está la gente cuando siente que las cosas no van bien”, afirma Teresa Murray, directora de vigilancia del consumidor del US Public Interest Research Group.