Canadá llevó su disputa comercial con Estados Unidos a la Organización Mundial del Comercio (OMC) tras la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio por parte del gobierno estadounidense. En un esfuerzo por defender su industria, el país norteamericano presentó una solicitud de consultas en el marco del sistema de solución de diferencias de la OMC.
Según argumenta Canadá, estas medidas, que entraron en vigor el 12 de marzo, no se alinean con las obligaciones comerciales que Estados Unidos adquirió bajo el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994. En este contexto, la solicitud de consultas fue distribuida entre los miembros de la OMC el 13 de marzo.
El conflicto se remonta al 8 de marzo de 2018, cuando Estados Unidos estableció un arancel adicional del 10% sobre ciertos productos de aluminio y del 25% sobre algunos productos de acero provenientes de casi todos los países. Inicialmente, Canadá quedó exento de estas tarifas, pero la medida expiró el 31 de mayo de ese año, lo que significó que, desde el 1 de junio de 2018, las exportaciones canadienses de acero y aluminio fueron gravadas con estos aranceles adicionales.
Tras meses de negociaciones, el 17 de mayo de 2019, ambos países firmaron una Declaración Conjunta en la que Washington acordó eliminar los aranceles impuestos bajo el artículo 232 de su legislación. Dos días después, el gobierno estadounidense restableció la exención para Canadá, permitiendo que las exportaciones de acero y aluminio volvieran a ingresar sin los gravámenes adicionales. Sin embargo, la política comercial de Estados Unidos continuó generando incertidumbre y hoy por hoy genera problemática en las relaciones comerciales con Canadá y otros países.