Micron Technology, una de las principales compañías estadounidenses en la industria de semiconductores, anunció una expansión sin precedentes en su plan de inversión en Estados Unidos. El nuevo compromiso eleva el total a US$200,000 millones, un incremento de US$30,000 millones respecto al plan previamente anunciado.
La compañía destinará US$150,000 millones a la fabricación avanzada de chips de memoria DRAM, y US$50,000 millones al desarrollo de tecnologías innovadoras en centros de investigación y desarrollo (I+D). La memoria DRAM de próxima generación, incluyendo la memoria HBM (High Bandwidth Memory), es esencial para sistemas de inteligencia artificial, centros de datos, defensa y computación de alto rendimiento.
Fábricas nuevas en Idaho, Nueva York y Virginia
La inversión contempla la construcción y modernización de hasta siete plantas de fabricación. Entre las acciones concretas se encuentran:
- Dos nuevas fábricas de DRAM en Boise, Idaho, donde ya se encuentra la sede central de Micron.
- Ampliación y modernización del complejo de producción en Manassas, Virginia, que recibirá más de US$275 millones de fondos públicos como parte de los incentivos federales.
- Desarrollo de hasta cuatro instalaciones adicionales en el estado de Nueva York, que incluirán fábricas de gran escala y centros logísticos.
Según la empresa, esta estrategia busca alcanzar que el 40 % de su producción global de DRAM se realice dentro de Estados Unidos para 2030. Actualmente, la fabricación de chips de alta gama se concentra en Asia Oriental, lo que representa un riesgo estratégico ante tensiones comerciales o crisis logísticas.
Empleo y crecimiento, mediante ley
Micron estima que este proyecto generará hasta 90,000 empleos, entre puestos directos e indirectos, lo que lo convierte en uno de los mayores planes de creación de empleo del sector tecnológico en EE.UU.
El gobierno federal, a través de la Ley CHIPS and Science, otorgó incentivos en subsidios a Micron, además de ofrecer créditos fiscales por inversión y contratación tecnológica.
Esta ley, impulsada para reducir la dependencia de Asia en semiconductores es clave para atraer nuevas inversiones de empresas como Intel, TSMC y Samsung.
Además, la administración del presidente Donald Trump expresó públicamente su apoyo al anuncio, destacándolo como parte de una política nacional para el «reshoring» tecnológico, es decir, la recuperación de la capacidad industrial estadounidense.
Operativa de las nuevas fábricas
La apuesta de Micron busca posicionarla como un proveedor global líder en estas áreas, en competencia directa con gigantes como Samsung Electronics y SK Hynix. Los proyectos de construcción comenzarán a implementarse este mismo año. En Idaho, una de las plantas ya está en fase de diseño avanzado, con apertura proyectada para 2027. En Nueva York, la preparación del terreno iniciará a finales de 2025, con obras a gran escala previstas para 2026 y 2027.
Micron prevé que la plena operatividad de las nuevas fábricas se alcanzará entre 2028 y 2030, momento en el que podrá abastecer tanto al mercado interno como a clientes estratégicos en Europa y América Latina. Con esta megainversión, Micron se consolida como protagonista del renacimiento industrial estadounidense.
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