A tres días de las elecciones legislativas convocadas de forma anticipada por el presidente Emmanuel Macron, Francia se enfrenta a un momento político decisivo. Las últimas encuestas revelan que la extrema derecha francesa, liderada por Marine Le Pen y su Agrupación Nacional (RN), domina las encuestas con más del 35% de votantes a su favor.
Detrás se ubicaría la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular, con un 29%, mientras que los centristas de Macron se situaría en torno al 20%.
Estos resultados colocan a la extrema derecha en una posición de ventaja para hacerse con una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, lo que podría desembocar en un escenario de «cohabitación» con un primer ministro opositor si Macron mantiene la Presidencia.
Expertos afirman que la campaña relámpago de tres semanas «no iba a cambiar las principales tendencias», y que el «bloque RN es increíblemente poderoso». Pero en la segunda vuelta del 7 de julio se podrían modificar los resultados, ya que los votantes podrían formar nuevas alianzas.
A medida que se acerca el día de las elecciones, el país entero espera con expectativa los resultados y las posibles repercusiones de un ascenso de la extrema derecha en Francia.