Los profundos cambios en la economía mundial podrían hacer que la inflación sea volátil en los próximos años, complicando los esfuerzos para controlar los precios, pero mantener los regímenes de metas de inflación sigue siendo la mejor opción, dijo el viernes la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
Los cambios económicos, desde la desglobalización y el proteccionismo hasta los enormes avances tecnológicos, han desconcertado a los economistas durante la última década, y la mayoría no logró predecir el reciente aumento de la inflación, dejando a los bancos centrales rezagados y apresurándose a controlar los precios.
Lagarde, que asumió el control del BCE sólo unos meses antes del inicio de la pandemia de COVID-19, argumentó que se avecina un mundo más incierto, por lo que se necesita abundante flexibilidad y no nuevos mandatos.
«Si entramos en una era en la que la inflación es más volátil y la transmisión de la política monetaria más incierta, será esencial mantener este ancla profunda para la formación de precios», dijo en un evento del FMI en Washington. «Pero eso no implica que la forma en que llevamos a cabo la política monetaria seguirá siendo la misma».
