La inflación en la zona euro cayó al 1,9% en mayo de 2025, según datos preliminares de Eurostat publicados este martes en Bruselas. Es la primera vez desde septiembre de 2024 que se sitúa por debajo del objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE), lo que fortalece las expectativas de una inminente rebaja de tipos en la reunión de política monetaria programada para este jueves.
El índice armonizado de precios al consumo (IPCA) de la eurozona se ubicó en 1,9% interanual, por debajo del 2,2% registrado en abril y también inferior al consenso de los analistas. La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, también se moderó al 2,4%, frente al 2,7% del mes anterior.
Los datos sugieren una ralentización generalizada en la capacidad de fijación de precios en los sectores económicos de la región. A nivel mensual, los precios subyacentes apenas subieron un 0,1%, lo que refleja una clara pérdida de impulso inflacionario.
Entre los componentes, alimentos, alcohol y tabaco lideraron las subidas con un 3,3% interanual, mientras que los servicios, habitualmente más resistentes, cayeron del 4,0% al 3,2%, contribuyendo significativamente a la desaceleración general. Los bienes industriales no energéticos mostraron un avance moderado del 0,6%, mientras que los precios de la energía descendieron un 3,6% respecto al mismo mes de 2024.
En términos mensuales, la inflación general se mantuvo estable, tras un aumento del 0,6% en abril, lo que refuerza las señales de desaceleración en el corto plazo.
Caída del desempleo
A nivel nacional, las tasas de inflación más elevadas se registraron en Estonia (4,6%), Eslovaquia y Croacia (ambas con 4,3%). Por el contrario, Francia registró el dato más bajo, con solo un 0,6%, evidenciando la divergencia entre países del bloque.
En cuanto al empleo, la tasa de desempleo en la eurozona bajó al 6,2% en mayo, frente al 6,3% de marzo y el 6,4% del año anterior, según informó también Eurostat.
Mercados anticipan recorte
Tras la publicación de los datos, el euro cayó hasta us$ 1,1400, mientras los mercados descontaban con mayor seguridad un recorte de 25 puntos básicos en el tipo de la facilidad de depósito del BCE, que lo situaría en el 2,0%, el nivel más bajo desde enero de 2023.
En el mercado de renta fija, la rentabilidad del bono alemán a dos años, sensible a las decisiones del BCE, cotizaba al 1,77%. La renta variable europea retrocedió, con el Euro STOXX 50 perdiendo un 0,8%, lastrado por el recorte en las previsiones de crecimiento global de la OCDE.
Entre los valores más afectados estuvieron Orange (-3%), Société Générale (-1,9%) y LVMH (-1,6%), mientras que Deutsche Telekom destacó con una subida del 2%, convirtiéndose en el valor con mejor rendimiento entre los blue chips europeos.