Luego de una serie de estudios y análisis de variables a largo plazo, la Asociación de Generadores con Energía Renovable (AGER) ha presentado una actualización clave de su Estrategia para la Transición Energética en Guatemala.
De acuerdo con los resultados, la actualización se enfoca en que, para garantizar un futuro energético seguro y sostenible para el país, la mejor opción es la integración prioritaria de fuentes renovables dentro de la matriz de generación eléctrica.
De acuerdo con Rudolf Jacobs, presidente de la Junta Directiva de AGER, este es un momento crucial para el sector eléctrico de Guatemala. “AGER hace un llamado a las autoridades, inversionistas y todos los actores del sector para tomar decisiones estratégicas que impulsen la adopción de energías renovables. Guatemala cuenta con el potencial necesario para satisfacer la creciente demanda energética, alcanzar el 80% de generación renovable y consolidarse como un líder en energía sostenible en la región”, expresó Jacobs.
Estabilidad y eficiencia
AGER resalta en su estrategia que las energías renovables como la hidroeléctrica, la solar, la eólica y la geotérmica, no solo son más eficientes a largo plazo, sino que también proporcionan estabilidad en las tarifas eléctricas y reducen la dependencia de combustibles fósiles.
Guatemala cuenta con un potencial del 88 % de generación de energía a partir de fuentes renovables, una oportunidad que, si se aprovecha correctamente, puede transformar al país en un exportador clave de energía limpia en la región centroamericana y México.
En ese sentido, la directora ejecutiva de AGER, Astrid Perdomo resaltó: “La situación actual del sector eléctrico demanda acciones inmediatas y concretas. El país no solo debe atender la creciente demanda interna, sino también aprovechar el momento histórico que presenta la licitación PEG-5, la más grande de su historia, para atraer inversiones en energías limpias y tecnologías sostenibles”, refirió.
Según las proyecciones de AGER, la falta de inversión en nuevas plantas de generación podría desencadenar una crisis energética a mediano plazo, elevando los costos del mercado y amenazando con un déficit en el suministro de electricidad para el año 2027. Sin embargo, los estudios muestran que al aumentar la participación de energías renovables en la matriz eléctrica, se puede reducir este riesgo y garantizar un suministro seguro y accesible para todos los guatemaltecos.